Pagar por socializar.-
En este mundo moderno, donde la tecnología está al alcance de todos, no es de extrañarse que nuevas formas de vivir surjan ligadas a la tecnología y redes sociales. Hace 10 años nadie hubiera pensado que personas se pudieran ganar la vida jugando videojuegos, con el simple hecho de transmitir en vivo en redes sociales lo que está jugando, o que chicas puedan ganar dinero subiendo a plataformas, fotos muy ''intimas'', por poner algunos ejemplos.
Estos nuevos ''trabajos'' cobraron mucha fuerza cuando la situación mundial de pandemia nos obligó a encerrarnos en casa y nuestras interacciones sociales se fueron limitando por nuestra seguridad, con lo cual, la interacción a través de nuestro computador o celular se volvió común, impulsando la popularidad de los trabajos que mencioné, sobre todo en la vida de los jóvenes.
Los “Streamers” son personas que realizan contenido muy popular en ciertas redes como Facebook, Youtube y Twitch, este contenido normalmente puede tratarse de un streamer que muestra cómo juega un videojuego popular y hay formas en las que los espectadores pueden donar dinero para pedir un saludo en ese contenido. También, de pronto surge una tendencia de chicas atractivas en los streamings las cuales empiezan a mostrar “de más'' para poder atraer público a sus videos, que son en su mayoría chicos de 14 a 17 años, los que siempre están en el celular o computadora. Esto es común en Onlyfans.
¿Qué es Onlyfans? Es una plataforma web británica creada en 2016 por Tom Stokely. Se trata de una red social destinada a potenciar la creación de contenidos de todo tipo. Los usuarios, o fans, pagan a dichos creadores por un contenido y una atención personalizada. De esas ganancias el 80% de los beneficios va para los creadores y el 20% para la empresa. Esta plataforma está llena de chicas que venden sus fotos más sugerentes a quienes pueden pagarlo.
Todo esto me hace pensar que se está creando una futura sociedad que pagará para poder estar con alguien o tener cualquier tipo de socialización. Estamos ante la cultura que intenta socializar a través de cualquier medio digital dejando de lado muchos valores. Jóvenes que se deshumanizan porque ya no conviven con otros seres humanos.
No se trata de satanizar las redes sociales o los sistemas de streaming, sino diferenciar el entretenimiento, de cómo debes ver la realidad, el amor, el afecto o los amigos. No se pueden comprar donando dinero.
Como todo, las redes son una herramienta, en estos tiempos de COVID nos ayuda a acercarnos a familia que no podemos ver, nos ayuda a tomar clases o nuestro trabajo, pero como toda herramienta depende del uso que nosotros le demos y podemos ocuparla para mejorar nuestro entorno.
Lo mejor es no excederse y vigilar lo que ven los menores de edad.
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