lunes, 15 de marzo de 2021

Desde Teocelo - Por Angeheca


Un común denominador entre las exigencias de los diferentes grupos de la sociedad, con respecto a los políticos y candidatos, es que no mientan.


En ese sentido, todos aquellos aspirantes que expresan que ya son los candidatos por determinado partido, mienten. Sólo se podrán llamar candidatos a aquellos que hayan sido designados por sus respectivos partidos, y registrados ante el OPLE, cumpliendo los requisitos de ley. No antes.


Ya se sabe de personas que, sobre todo en localidades, afirman ser "el candidato", buscando apantallar a algunos ciudadanos, pero en realidad hacen el ridículo debido a que cada vez es mayor el conocimiento e interés que existe en la gente por las elecciones y la administración pública.


Los ciudadanos saben que la decisión es de ellos, de los ciudadanos, y que las reprobables mañas “electoreras” del pasado, por sutiles que pretendan ser, delatan a las personas que no saben cumplir la ley y que mienten sin ningún empacho, con tal de ganar reflectores.


Aún falta mucho respeto en la política. Se debe entender que las campañas no deben ser un circo vulgar de promesas disparatadas sin sustento. Estas, son el periodo donde los candidatos deberán dar a conocer su plataforma de trabajo, equipo y objetivos, en caso de llegar a ser electos, para gobernar.


El voto, además de ser un derecho y una obligación, es personal.


Se podría decir que el voto, debe tener la privacidad, casi, de la vida sexual que se elige. Es propia, totalmente privada y ejercida de la manera que a uno le plazca. No hay motivo o razón para querer saber a quién se va a elegir. Sin embargo, la observación y análisis de las propuestas, es determinante para inclinarse por uno, otro u otra.


Aunque existen leyes y reglamentos de consulta pública, que enmarcan el proceso electoral, los oportunistas y/o mentirosos se dejan ver mucho antes. Es por ello que los ciudadanos deben poner la medida del nivel en el que se desarrollen las elecciones, por los candidatos, partidos políticos y autoridades involucradas.


Esperar los tiempos marcados por la ley para promocionar su persona, partido o proyecto, denota seriedad y respeto, tanto para los ciudadanos como a la ley; algo que tristemente es poco común en la actualidad.


En los discursos de los “suspirantes” se escuchan frases relativas al amor al pueblo, al desarrollo, a la ayuda que pueden dar, a su género y demás trivialidades, pero poco o nada se escucha sobre el honor, el respeto (no sólo en el discurso), la verdad y la concordancia de esta con sus acciones; quizás porque no tienen el trabajo para sostenerla y por el contrario, la verdad les hundiría inmediatamente.


Vale la pena recordar una frase del gran personaje que es Mahatma Gandhi de la que seguramente pocos podrán enorgullecerse: “Más vale vencido diciendo la verdad que triunfar por la mentira”. 

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