¿Qué es la Biodiversidad?
En la pasada edición de esta columna hablábamos sobre la evolución biológica y cómo ésta ha dado origen a la gran biodiversidad que existe sobre nuestro planeta. Es interesante ahora el abundar en el análisis de lo que la biodiversidad es y lo que representa para nosotros, pues como veremos adelante ésta no es algo ajeno a la humanidad y que se encuentre sólo en los grandes ecosistemas silvestres, sino que está presente continuamente en nuestra vida y es necesaria para nuestra subsistencia.
Se le llama biodiversidad a la variedad de formas de vida que habitan en la Tierra y se incluyen en la definición todas las plantas, animales, microorganismos, y el mismo ser humano, así como el material genético de cada una de ellas. Quedan comprendidas en esta definición, asimismo, las diversas especies y variedades obtenidas por medio de la domesticación y en tiempos recientes por la manipulación genética.
Actualmente se acepta en forma general el sistema de clasificación o taxonómico propuesto por las biólogas Lynn Margulis y Karlene V. Schwartz en 1985 quienes propusieron el sistema de cinco reinos, nombrándolos de la siguiente manera: Monera (que incluye a las bacterias), Protoctista (protozoarios y algas), Hongos, Plantas y Animales. Para tener una idea de la relación cotidiana que tenemos con esta diversidad de especies basta recordar que las bacterias pueden ser causantes de enfermedades tales como la tuberculosis, la salmonelosis o disentería, la lepra y otras enfermedades graves, pero también hay bacterias que contribuyen a la digestión formando la flora intestinal, como los lactobacilos, o participan en la fermentación y producción de alimentos, como el yogurt. En cuanto a los protoctistas pasa algo similar, tenemos tanto patógenos como las amibas o los esporozoarios que producen el paludismo, como organismos benéficos y entre éstos las algas que forman la mayor cantidad del plancton, del cual se desprende la mayor proporción del oxígeno atmosférico y es la base de las tramas alimenticias de los océanos. Por lo que toca a los hongos algunos producen también enfermedades, como la candidiasis, el pie de atleta e incluso graves micosis internas en pulmones y otros órganos; pero existen también muchas especies comestibles (como los champiñones, tecomates, huitlacoches y otros) así como de uso medicinal (la penicilina se sintetizó originalmente del hongo Penicillium por el doctor Fleming, dando paso a la utilización de los antibióticos) e industrial, como las levaduras que se usan en la producción del pan y la cerveza.
En cuanto a las plantas o vegetales, es evidente su valor como alimentos ricos en vitaminas y minerales, pero también como recursos maderables y en la fabricación de textiles como el lino y el algodón. Finalmente, debemos recordar que nuestra propia especie está incluida dentro del reino animal y que existe una gran diversidad de especies comestibles (desde insectos hasta mamíferos y sus subproductos, como es el caso de los lácteos y huevos), así como animales de trabajo y una gran cantidad de mascotas o especies ornamentales, sin las cuales nuestra población no podría subsistir.
Actualmente se calcula que existen unas 8.7 millones de especies en la Tierra, distribuidas en: 7.77 millones de especies animales (de las cuales la mayor proporción es de insectos); 611,000 de hongos; 298,000 de plantas, 36,500 de protozoos y 27,500 de algas y mohos, de las cuales sólo se han catalogado unas 1.3 millones. Esto último se debe a que los grandes fondos marinos siguen sin ser estudiados a fondo hasta la fecha, así como ecosistemas terrestres de muy difícil acceso.
Cada año se encuentran y catalogan cientos o miles de especies hasta hoy desconocidas. Por desgracia, se estima que desaparecen también miles de especies cada año –muchas de ellas sin haber sido estudiadas y catalogadas- a causa del cambio climático, la deforestación, la caza incontrolada, la contaminación, el crecimiento de las áreas urbanas y demás afectaciones producidas por el Hombre.
Es preciso recordar que cada organismo en nuestro planeta es en sí un prodigio de la evolución, por minúsculo que sea, y que nuestra especie no podría sobrevivir en un mundo sin biodiversidad.
VALENTE SALAZAR DÍAZ
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