L.G.C.G.
¿Qué significan las crípticas siglas que dan título a esta entrega? Se trata de la Ley General de Contabilidad Gubernamental. La cual es un sistema para el correcto uso, control del ejercicio presupuestario e integración de la cuenta pública.
¿Y qué es la cuenta pública? Pues el informe de captación (ingresos) y gasto (egresos) de los recursos públicos, que llevan a cabo las entidades gubernamentales federales, estatales y municipales. Misma que es auditada por la Auditoría Superior de la Federación, para el poder ejecutivo federal y la Auditoría Superior del Estado, en cada entidad federativa y sus municipios.
Los tres órdenes de gobierno deben ajustarse a lo establecido por esta ley, que delimita el cómo y el para qué del gasto público. Con base en el ejercicio correcto que especifica la L.G.C.G., es cómo la Auditoría Superior, evalúa la congruencia o discrecionalidad, en la aplicación de los recursos públicos, que no son del gobierno en turno, ni mucho menos del partido político del presidente y los gobernadores, sino de los mexicanos.
Muchos piensan que los gobiernos anteriores eran como son los que presiden los políticos de Morena, hoy día el partido en el poder; pero no es así. Hoy el presidente López, sus despachos federales y muchos gobernadores de Morena ignoran la ley general de contabilidad gubernamental ‘olímpicamente’. No la conocen ni consideran que debe aplicarse, aun teniendo rango constitucional.
Este ‘gasto discrecional’ es lo más parecido a la corrupción que puede haber.
Muchos gobiernos del PRI, del PAN, del PRD, del MC y otros, cumplen con la ley general de contabilidad gubernamental en los aspectos de adquisiciones, obra pública y gasto corriente, tal como lo marca la ley. Llevan a cabo licitaciones públicas para asignación de contratos, realizan adquisiciones con base en análisis de cotizaciones, integran la contabilidad gubernamental con facturas, recibos de cobro, expedición de pagos, nómina, todos estos concatenados con la ley de ingresos y la ley de egresos, correspondientes. Y algunos aplican el Presupuesto con base a resultados (PBR), el cual reviste un alto grado de complejidad.
La instauración de la L.G.C.G. ha sido una tarea ‘titánica’, penetrar el entramado que tienen las dependencias, fundado en imbricados procesos de contabilidad de cuño propio y la pérdida de la discrecionalidad (gastar a capricho para que se entienda bien) ha exigido voluntad política y rigor administrativo.
De 2008 a 2018 se desarrolló en el país, la cruzada de implantación de la L.G.C.G., consistente en esfuerzos muy grandes que se vieron coronados con éxito en muchas entidades federativas y una buena cantidad de municipios importantes. Y que hoy, en el sexenio de López, parece que se ha desmayado.
Les dejo aquí una liga de Internet para que, a quien le interese, conozca la L.G.C.G.
https://www.uv.mx/contraloria/files/2013/02/2.-Ley-General-Contabilidad-Gubernamental.pdf
o puede poner en la barra de direcciones de su buscador Ley General de Contabilidad Gubernamental DOF, si se le hace más fácil. El propósito de esta ley es la armonización contable y con ello, la transparencia en el ejercicio de los recursos públicos.
Esencial para un gobierno que se respete.
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