lunes, 26 de abril de 2021

FILOSOFÍA CLÁSICA - Miguel Mora

Epicureísmo



El epicureísmo es una escuela helenística que surgió en Atenas hacia finales del siglo IV a. C. Se inscribe en el contexto de una serie de movimientos caracterizados por el interés acerca de los problemas morales que afectan a todos los humanos. 


Los epicúreos tratan de encontrar nuevas propuestas ante la contingencia de la vida humana y el sufrimiento que ella conlleva. Junto con el cinismo, el estoicismo y el escepticismo, el epicureísmo es la primera de las grandes escuelas que representa el paso de la época clásica a la época helenística. 


Epicuro, fundador de la escuela, pone como objetivo de la vida del ser humano el placer, procurando para conseguirlo, liberarse del miedo a los dioses, del miedo a la muerte y del miedo al destino, porque con esos miedos no se puede disfrutar de la vida. Desde un planteamiento totalmente materialista, Epicuro afirma que a los dioses no hay que tenerles miedo, y toda idea de más allá solo es una impostura, porque los dioses son ajenos a los asuntos humanos. A la muerte no hay que tenerle miedo porque, mientras somos, la muerte no está presente, y cuando llega la muerte, nosotros ya no somos. Y, finalmente, tampoco hay que tenerle miedo al destino, porque los átomos que forman el universo se mueven de forma imprevisible, lo que posibilita la libertad del hombre y le hace dueño de su destino. 


Para el epicureísmo ser sabio es ser capaz de “reírse de la Fortuna”. Destacan, como seguidores de Epicuro, Horacio, Virgilio y Lucrecio en el periodo romano, o Lorenzo Valla y Pedro Gassendi durante el Renacimiento.


Para el epicureísmo, placer y felicidad van unidos de la mano, una filosofía que se convierte en una herramienta perfecta para curar el alma. Epicuro, apuesta por la búsqueda de los placeres espirituales y la ausencia de los temores para poder disfrutar de la vida: un hedonismo (Doctrina ética que identifica el bien con el placer, especialmente con el placer sensorial e inmediato) que consigue la liberación de los miedos que nos esclavizan.


Cotidianamente se puede interpretar como aquello que nos libera y que al hacerlo la satisfacción es inmediata. Cuando usted tiene una jornada de trabajo muy pesada y se encarga de que todos sus pendientes queden realizados, al terminar esa jornada quedará libre de ese estrés y satisfecho por terminar, sin presión de tener alguna obligación laboral más. 







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