lunes, 10 de mayo de 2021

DESDE LA CIENCIA - Q.C. Araceli Valdivia Mercado

Barrer la banqueta, tradición desaparecida.-




Hace algunos años, era común observar a las señoras barriendo el frente de su casa. Tristemente esa tradición ha desaparecido y lo que es normal  hoy en día, es la acumulación de basura en la banqueta. Pero ¿qué tiene de malo dejar la basura que un transeúnte tiró o aquella que llegó por corrientes de aire o lluvia?


La Organización Mundial de la Salud (OMS), indica que esta actividad, generar basura, no es un ambiente que propicie la Salud. Tan solo en el 2012  murieron más de 12.6 millones de personas por vivir o trabajar en un ambiente poco saludable. Los más afectados por estar en este tipo de lugares son los niños menores de 5 años y adultos mayores de 50 años. Además muchas de las muertes infantiles se pueden evitar si hay higiene.



Pero veamos qué  pasa si dejamos esos residuos en la calle:


  • Los restos de comida, es decir residuos orgánicos; se descomponen y pueden generar gases tóxicos que además del mal olor contribuyen al cambio climático


  • Los residuos inorgánicos como vidrio y plástico  servirán de refugio para organismos que pueden ser fuentes directas de infecciones o ser vectores de enfermedades como paludismo, tifoidea, diarrea y dengue, entre otras.


  • Los aparatos electrodomésticos abandonados, contienen sustancias que al descomponerse generan productos que afectan la capa de ozono y aumentan el riesgo de su destrucción.


  • Tanto los residuos, orgánicos como inorgánicos, producen sustancias que al estar en contacto con el agua de lluvia, pueden contaminar el suelo y cuerpos de agua como ríos y mares.


La producción de basura es un problema preocupante, las estadísticas muestran que tan solo del 2003 al 2015 hubo un aumento de 61.2%; es decir 10.24 millones de toneladas más en nuestro país. Un solo habitante genera 1.2 Kg por día. El costo ambiental para la población y para nuestra tierra es alto.


Es necesario hacer un cambio en los patrones de consumo que tenemos en la actualidad así como reutilizar algunos envases o reciclar para minimizar este problema.


Algunos científicos también han propuesto tecnologías de tratamiento térmico y biológico para disminuir hasta un 95% los residuos de los rellenos sanitarios, lo cual prolongaría su vida útil y evitaría grandes extensiones que se utilizan para almacenar la basura.


Queda claro que es el momento de actuar de forma individual para generar un cambio en nuestra población. Podríamos comenzar por rescatar la tradición de barrer el frente de nuestra casa ya que, además de lucir bonita, contribuiríamos a no correr  el riesgo de enfermarnos.







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