lunes, 26 de julio de 2021

Nutrición Express -Por Mirna Luna

Efectos del sedentarismo en nuestro organismo.-



Un aspecto que está íntimamente relacionado con la nutrición es el estilo de vida que llevamos, si tenemos un estilo de vida saludable, realizando actividad física, alimentándonos sanamente y con una mente activa, nuestro organismo funcionará favorablemente. En cambio, sí llevamos, por ejemplo, un estilo de vida sedentario, realizando pocas actividades al día, consumiendo cualquier tipo de alimentos poco nutritivos y sin ejercitar nuestra mente, nuestro cuerpo comenzará a tener deterioros en su funcionamiento.


El comportamiento o conducta sedentaria es cualquier proceder, a excepción de dormir, caracterizado por un gasto de energía muy bajo. Son aquellas actividades que realizamos sentados o recostados, por ejemplo: ver la televisión, utilizar la computadora o el teléfono celular, desplazarse en coche, entre otros. 


Si tenemos un comportamiento sedentario corremos mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer y una variedad de problemas fisiológicos como tránsito intestinal lento, inflamación, mala circulación y psicológicos como ansiedad y depresión.


También se ha visto que los contenidos televisivos y de Internet tienen influencia sobre la elección de alimentos y el aumento del consumo de ‘snacks’ (bocadillos) y otros alimentos poco saludables con alto aporte de calorías, mientras se está distraído con estos medios. Esto ocasiona deficiencias nutricionales y se incrementa el riesgo de un mal funcionamiento del organismo.


La conducta sedentaria se asocia con sobrepeso, obesidad, o exceso de grasa corporal, que comúnmente ocasiona baja autoestima. Por ello se insiste en realizar actividad física con regularidad, ya que tiene efectos beneficiosos para la salud, por ejemplo la prevención o reducción del sobrepeso u obesidad, control de la presión arterial, prevención y manejo de la depresión y disminución del riesgo cardiovascular. 


La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda realizar como mínimo 150 minutos semanales de actividad física aeróbica moderada, que podríamos aplicar haciendo 25 minutos de actividad física 6 días a la semana; o bien 75 minutos de actividad física aeróbica vigorosa, o puede ser una combinación de ambas.


Sabemos que existen algunas barreras en la práctica de ejercicio físico en los adultos. Las largas jornadas de trabajo dejan disponible muy poco tiempo libre y la falta de motivación hacen que las personas no se animen a realizar actividad física, pero podemos comenzar reduciendo el tiempo empleado en conductas sedentarias, como por ejemplo limitar a menos de 2 horas el tiempo dedicado a ver la TV, videojuegos, y el uso del celular.


De igual manera, podemos iniciar con desplazarnos a la escuela o trabajo caminando, bicicleta o en transporte público, practicar paseos en los descansos de la escuela o trabajo, practicar actividades al aire libre, fomentando la participación de toda la familia en las tareas del hogar, los fines de semana podemos realizar paseos en grupo, subir escaleras, hacer las compras a pie, lavar el coche de forma manual, encargarse del jardín o pasear a la mascota, etc.


Estas pequeñas acciones nos llevarán poco a poco a cambiar nuestro estilo de vida, a poner nuestro cuerpo en movimiento. Esto junto con una alimentación balanceada nos evitará muchas molestias y enfermedades en el futuro.

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