El oráculo de Delfos, situado en un gran recinto sagrado consagrado al dios Apolo, fue uno de los principales oráculos de la Antigua Grecia. Estaba ubicado en el valle del Pleisto, junto al monte Parnaso.
La leyenda y la mitología cuentan que en el monte Parnaso se reunían las musas, diosas menores del canto y la poesía, junto con las ninfas de las fuentes, llamadas náyades. En estas reuniones, Apolo tocaba la lira y las divinidades cantaban.
Originariamente tenía el nombre de Pita y alcanzó gran notoriedad en el mundo helénico desde mediados del siglo VIII a. C.
Inscrito en la entrada del Templo de Apolo en Delfos hay un mensaje que se atribuye a los siete sabios de Grecia: ΓΝΩΘΙ ΣΑΥΤΟΝ
Muchos pensadores de todos los tiempos han reflexionado sobre esta frase, comenzando por Sócrates, que la hizo suya. “Conócete a ti mismo” es su significado y nos insta a vivir una vida donde nos ocupemos de nosotros mismos, de conocer nuestras potencialidades, nuestras virtudes y defectos, porque así es como encontraremos el conocimiento: “Conócete a ti mismo y conocerás al Universo y a los Dioses”.
Muchas personas buscan respuestas a sus dilemas en la ciencia, la religión, la política, etc… Cuando las respuestas las tenemos en nosotros mismos. Esta frase nos hace conscientes de que somos más importantes de lo que creemos, de que tenemos un conocimiento valioso dentro de nosotros que nos convierte en seres sabios en potencia, pero que para poder conectar con ese poder innato, hemos de esforzarnos en conocernos a nosotros mismos, haciendo un trabajo interior, afrontando nuestros miedos y superándonos cada día.
Este mensaje nos pone en evidencia que somos seres curiosos y nos invita a la reflexión para el conocimiento, la comprensión y la aceptación de quienes somos. Esta frase nos enfrenta a nuestra propia ignorancia. Según Tales de Mileto, “el conocimiento de uno mismo es una tarea difícil, la más difícil”.
Pero el mensaje no acaba aquí, hay un segundo mensaje igual de interesante: ΜΗΔΕΝ ΑΓΑΝ que significa “Nada en exceso”, y que supone una guía para el comportamiento práctico de las personas.
Este mensaje nos advierte de que no existe nada bueno o malo en sí, sino en el uso que hacemos, si nos excedemos de cualquier cosa, por muy buena que sea, nos acabará dañando. Este mensaje es particularmente práctico porque se puede aplicar a todo lo que puedes imaginar, si lo tienes presente puede ser una buena guía.
Las personas que acudían al tempo de Apolo en busca de consejo del Oráculo de Delfos, recibían estas respuestas. Conócete a ti mismo, conoce tus fortalezas y tus debilidades, haz aquello que puedes hacer, pero en su justa medida, nada es bueno en exceso.
“Si no hallas dentro de ti mismo aquello que buscas, tampoco podrás hallarlo afuera”.
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