lunes, 3 de julio de 2017


¿HOMOSEXUALES EN LA SOCIEDAD?
Por: Yamileth Abigail Hernández Ramirez
La homosexualidad se describe como la atracción de una persona hacia su mismo sexo, es decir que, a un hombre le guste otro hombre o a una mujer le guste otra mujer. Esta palabra fue aceptada desde 1886, donde el psiquiatra alemán Richard von Krafft-Ebing menciona la palabra “homosexual y heterosexual” en su obra “Psychopathia Sexualis”.

En la actualidad existen diferentes puntos de vista para analizar el homosexualismo; la religión lo tacha como un pecado capital; para la ley ya es aprobada hasta ciertos límites; para la sociedad, aunque no es totalmente aceptada, se podría decir que al menos en México 61% de ella es consciente de que en la misma sociedad existe un 21% de homosexuales.
Ahora este porcentaje de personas con gustos diferentes en su preferencia sexual se ha manifestado como sociedad LGBTTTIQA (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales, Transgénero, Travesti, Queen, Asexual) hace apenas unos 3 años solo eran las siglas LGBT que a decir verdad son las 4 siglas más importantes pues abarcan toda esa sociedad “distinta”.
Un sector de la sociedad, hasta cierto grado, tacha a ellos como personas “distintas”; esto no debe ser así, no puede seguir así, son personas con el mismo valor como persona, son gente con valores, responsabilidades, derechos y obligaciones iguales a las de cualquier persona que conforma este mundo. No es aceptable que ellos sean víctimas de burlas, acosos, chismes, humillaciones y mucho menos desprecios.
La homosexualidad no es una enfermedad que cualquier persona puede padecer, de hecho se desarrolla a principios de la adolescencia, pues es cuando las personas son más expresivas con su orientación sexual; la psicología, psiquiatría y otros profesionales de salud mental han desechado la idea de que la homosexualidad sea una enfermedad, un trastorno mental o un problema emocional.
Se conoce como proceso de “destape” o “salir del closet” cuando la persona gay, lesbiana o  bisexual se da a conocer a la sociedad que lo rodea al expresar su orientación sexual abiertamente; esto se debe a que la persona necesita un grado de aprobación para tener una salud mental mayor, para evadir prejuicios y hacerse fuerte ante abusos que le pueden llegar a ocurrir durante su vida.
Los jóvenes somos conscientes de que tenemos amigos, conocidos, compañeros que tienen una orientación sexual distinta, de hecho los jóvenes somos más accesibles a esta idea, no nos importa que nuestro amigo o amiga tenga un gusto diferente al de nosotros, pero no a llegar al grado de que su orientación sexual también nos defina a nosotros, pues como ya lo he dicho, no es contagioso.
Los padres son fundamentales en la vida de un homosexual, pues son las primeras personas que deberían enterarse y aceptarlo, fuera de perjuicios, enojos o quizá desprecios.
“TODAS LAS PERSONAS DEBERÍAN SER TRATADAS DE IGUAL MANERA, SIN IMPORTAR QUIÉNES SON O A QUIÉN AMAN”
                                                                                                         Barack Hussein Obama II

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