¡AHORA
es el CAMBIO!
Por: Juan Carlos Atzin Calderón
“Los
retos en materia ambiental son mayúsculos, por ello se requiere la
suma
de voluntades de todas las personas que habitamos el Planeta”
-
Juan Carlos Atzin Calderón
El tema ambiental adquiere relevancia en nuestra
cotidianeidad, por ello es indispensable informarnos referente a los
antecedentes y referentes teóricos, prácticos, así como legislativos con los
que se cuenta en esta materia.
Dentro de los retos para la salvaguarda de las
especies silvestres, la Asamblea General de las Naciones Unidas ha optado por
diversos mecanismo de protección a las especies, entre estos se encuentra la
proclamación del 3 de marzo, día de la aprobación de la Convención sobre el
Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres
(CITES), Día Mundial de la Vida Silvestre, el cual es un referente para la
protección de la vida silvestre en todo el planeta desde el año 2014.
La vida silvestre se ve amenazada a pesar de su
gran valor intrínseco para el desarrollo sostenible y el bienestar de las
personas. Especies vegetales y animales más carismáticas del mundo, como otras
menos conocidas pero de importancia ecológica, corren peligro de extinguirse de
inmediato por diversos motivos. Entre las principales causas se encuentran la
destrucción del hábitat y el aumento del tráfico ilícito de flora y fauna
silvestres.
Los delitos contra la vida silvestre acarrean
consecuencias ambientales, pero también consecuencias económicas y sociales,
ante este escenario, es fundamental trabajemos por un futuro en el que los
seres humanos, la flora y fauna silvestres coexistan en armonía. Por esto es
que resulta sumamente conveniente generar los mecanismos para la protección de
las especies mediante los pasos de fauna, en busca de garantizar un mundo donde
la legislación de los países y muy específicamente para el caso mexicano, se
cumplan con las metas de contar con la coexistencia armoniosa de especies
silvestres y seres humanos, sin ir contra el progreso de los pueblos. Generar
la posibilidad de que en México se cree un marco jurídico que sea responsable
con la vida silvestre.
En México no se ha dado relevancia gubernamental al
grave problema de la segmentación de ecosistemas, misma que va de la mano de la
dispersión e incluso de la extinción de especies que habitan en las áreas
ocupadas por la infraestructura carretera o inclusive que se encuentran de paso
por motivo de la migración natural. Además, desde el ámbito legislativo no se ha
tenido la voluntad de exhortar al ejecutivo para que dé cumplimiento a la
responsabilidad ambiental, sobre todo la responsabilidad del cuidado de la
fauna, preceptos contenidos en la Declaración Universal de los Derechos de los
Animales, la cual fue Adoptada por la
Liga Internacional de los Derechos del Animal y las Ligas Nacionales afiliadas
en la Tercera reunión sobre los derechos del animal, celebrada en Londres en
1977, aprobada por la UNESCO y posteriormente por la ONU. Misma que considera que el reconocimiento por parte de la especie humana de los
derechos a la existencia de las otras especies de animales constituye el
fundamento de la coexistencia de las especies en el mundo, además que la
educación debe enseñar, desde la infancia, a observar, comprender, respetar y
amar a los animales. Lo contenido en el Convenio sobre la diversidad biológica,
fue firmado por México el 13 de junio de 1992, ratificado el 11 de marzo de
1993, siendo parte desde el 29 de diciembre de 1993, ocupando el lugar 115 de
la lista del Convenio en comento.
Siendo lo
anterior un reto en el que estamos trabajando las Organizaciones de la Sociedad
Civil, buscamos ir generando mecanismo de información que permitan que más
personas conozcan temas ambientales de gran importancia, siendo conscientes de
la gran tarea de cuidar nuestro Planeta Tierra, nuestra casa común.
¡AHORA es el CAMBIO!
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