La Astronomía
Mexicana
Por
Sergio Jimarez
“Quería hundirse en la noche, vivir para ella, formar
parte de la grata simetría
del cielo y no debatirse a ras del suelo entre las
debilidades humanas”
“La piel del cielo” (Fragmento). Elena Poniatowska
Lorenzo
de Tena fue un joven inquieto que perseguía al conocimiento, estudió leyes y
ejerció la abogacía un tiempo, pasó por el partido comunista y los líos
amorosos eran constantes en su vida, sin embargo tuvo la fortuna de conocer a
alguien que lo inspiró a mirar el cielo y convertirse en un estudioso del cosmos.
La historia de este personaje muestra mucha inspiración y motivación; por más,
interesante; sin embargo, Lorenzo de Tena no existe, es el protagonista de la
novela “La piel del cielo”, historia que se basa en la vida de Guillermo Haro,
un astrónomo mexicano que de igual forma, su vida fue motivadora ya que hizo
muchas aportaciones en el desarrollo de la astronomía en el país.
Guillermo
Haro Barraza nació en 1913 y en 1943 trabajó en el Observatorio Astrofísico de
Tonantzintla como asistente, dos años después ya era encargado de la “Camara
Schmit”, un tipo de telescopio que cubre grandes rangos de visión con el cual
pudo descubrir nebulosas planetarias, estos cuerpos son cúmulos de polvo y gas
que expulsan las estrellas rojas al final de su vida. Existe otro tipo de
cuerpo celeste que se halla en regiones de estrellas nuevas, es una aglomeración
muy densa de gas, este tipo de nebulosas fueron llamadas “Objetos Herbig-Haro”
en honor a George Herbig y Guillermo Haro, quienes las estudiaron simultáneamente.
Guillermo Haro también hizo un listado de 8746 estrellas azules, estudiándolas
con una técnica desarrolla por él y resultó que al menos 50 de estas estrellas resultaron
ser cuásares, objetos celestes desconocidos en ese entonces.
Guillermo
Haro fue discípulo de Luis Enrique Erro, otro astrónomo mexicano que fundó el
Observatorio Astrofísico de Tonantzintla en 1940 y del cual fue director hasta
1947 cuando se dedicó a escribir artículos de astronomía. Junto con Guillermo
Haro fundó el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE).
Esta mancuerna son los principales responsables de la investigación astronómica
en México, sus trabajos y aportaciones han sido reconocidos mundialmente porque
ayudaron a fundar varios institutos y observatorios de alto nivel donde se han
logrado descubrimientos y avances importantes en la disciplina, fue tanta la importancia
de las contribuciones de estos personajes que el nombre de Luis Enrique Erro
figura en un cráter lunar otorgado por la Unión Astronómica Internacional.
En
México existe una cultura muy diversa en cuanto a la astronomía, considerando
que se cuenta con una ubicación geográfica privilegiada, instalaciones de
primer mundo y equipos de investigadores del mejor nivel, nuestro país ha sido
partícipe de muchas investigaciones y sigue siendo actor activo en el
reconocimiento del cosmos. Así como estudios complejos y laboriosos que se han
publicado también existe la parte de la divulgación, ese acceso directo del
conocimiento al alcance de cualquier persona; actualmente podemos reconocer el
trabajo de Julieta Fierro, quien es una astrofísica que ha dedicado gran parte
de su trabajo a la divulgación y enseñanza a la juventud mexicana en aras de la
educación y enriquecimiento de la labor científica.
Por
su naturaleza, la Astronomía es una fuente interminable de conocimiento, temas
de estudio tan variables y a distintos niveles de profundidad; mirar al cielo
siempre nos traerá preguntas, así seamos una persona común y corriente o el más
experimentado astrónomo; estamos frente a origen de todo lo que existe, la
evidencia de lo que ya no está y la posibilidad de hallar, incluso, lo que ni
siquiera el tiempo ha alcanzado. Siempre la curiosidad nos hará mirar al cielo y
sentirnos tan grandes y tan pequeños al mismo tiempo.
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