A Grecia
Tanta
gracia tiene Greciadesde los tiempos remotos
cuna
de los pensadores
filósofos
y oradores
los
versos primero ignotos
la
historia ya es su jardín
donde
las flores y lotos
vierten
aromas sin fin.
Es
la Republica Helénica
la reina
de la cultura
la
filosofía pura
de Aristóteles el genio.
de Aristóteles el genio.
De
Europa es el corazón
y en el occidente inició
y en el occidente inició
de
su civilización.
Antes
de Cristo en Egeo
conoció
ya la escritura
y en
Creta hacia el continente
soportó
la edad oscura.
Allá
los juegos olímpicos
con
Homero se escribieron
La Ilíada
y la Odisea
varios
reinos y ciudades
en
esa tierra surgieron.
Vieron
gran prosperidad
y
paso al florecimiento
y por
eso se le llamó
la
Grecia Clásica.
Seguro
fue la evidencia
del
teatro y la arquitectura
la
filosofía y cultura
y de
números la ciencia.
La democracia
creció
en
su Atenas fabulosa
mundo
donde floreció
la
humanidad primorosa.
En
el eco de la historia
vibran
voces de los Persas
iraníes
y macedonios
que
avasallarte intentaron.
Resuena
intenso, el Maratón
las
batallas que lucharon
las Termopilas
te vieron
heroica
con Espartanos
que
dieron su corazón.
Otras
batallas gloriosas
atestiguaron
tu esfuerzo
Salamina,
Platea y Micala
ahí quedaron
registradas.
Símbolo
es el Partenón
del
clasicismo genial
y la
victoria de Esparta
que
puso punto final
al
imperio de la Atenas.
Emergen
en la memoria
Tebas,
Corinto y Macedonia
que marcó
la liga helénica
al
mando de Filipo en gloria.
Y
luego llegó Alejandro
el Magno
por su grandeza
que
asumió su liderazgo
y siempre
fue victorioso.
Vencedor
de mil batallas
que
con sus huestes tomó
la Persépolis
gloriosa
capital
ni más ni menos
de
Persia tan orgullosa.
La
historia que vivió
del imperio que implantó
su magnitud
y las pirámides fueron
mudos testigos al fin
de los siglos por venir.
del imperio que implantó
su magnitud
y las pirámides fueron
mudos testigos al fin
de los siglos por venir.
Ese
nombre tuyo, Grecia
por algo te lo pusieron;
aquí te ofrezco preciosa
mi rendida admiración.
por algo te lo pusieron;
aquí te ofrezco preciosa
mi rendida admiración.
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