DESDE
LA FINCA
De vientos fuertes y heladas.- Luego del nortazo que
azotó la región, típico en esta temporada, los árboles se sacudieron hojas y
ramas que ya debían cambiar, es parte del otoño, algunas ramas viejas cayeron
sobre las matas de café y los cortadores tuvieron que retirarlas a golpe de
moruna.
La naturaleza cumple los ciclos. Abastece de leña sin necesidad de
derramar. Las hojas caídas se convierten en ruidosa alfombra que luego será el
fertilizante natural de la finca. Este norte ya lo habían anunciado las
“arrieras” esas hormigas que son temibles por su mordida. El frío cala los
huesos de los enjutos cortadores, pero reaviva el entusiasmo. No faltó quien
comentara que en la radio escuchó que hubo muchos árboles caídos en la
carretera, por lo que el tráfico se hizo más lento. “El viejo campesino sabio,
que quizá porque el norte que disipó sus elucubraciones estaba de buen humor,
comenta: El tráfico y la vialidad está de la patada. Tuve la necesidad de ir al
centro de Coatepec el lunes pasado y no había paso casi por ningún lado.
Entendí que era por el desfile que se organiza por el aniversario de la
Revolución, no pude hacer lo que tenía que hacer y tuve que regresar al día
siguiente. Tenía tiempo que no recorría las calles del centro, aunque no estaba
obstruidas por el desfile, me di cuenta que la vialidad es un verdadero
desgarriate. Carros abandonados en las calles, esos que llaman maceta; lugares
apartados con todo tipo de cacharros; demasiados taxis, hasta de otros
municipios, subiendo y bajando pasaje donde sea y haciendo servicio colectivo.
Aproveché el día para ir a Xalapa y ahí se complicó más. El autobús que tomé se
fue por la carretera vieja, porque están reconstruyendo la autopista, por ahí
también se cayó un árbol y el tráfico se hizo mucha más lento. Qué bueno que
están arreglando la carretera nueva, todos comentaban que va a quedar muy bien
hecha. Es entendible que hay que aguantar las molestias, pero al final va a ser
un gran beneficio para quienes circula diariamente por esa vía. Pero en
conclusión, me llevó todo el día hacer mis mandados. No cabe duda que la ciudad
de Coatepec ha crecido mucho, pero se ha descuidado. Como dicen que llega mucho
turista, creo que hace falta orden y que las autoridades del ramo se esmeren para
que no se vea como una ciudad desordenada, porque si a los de aquí, nos cuesta
y nos molesta, es explicable que la gente no quiera venir a esta ciudad que en
otro tiempo era tranquila y transitable”. Luego de esta perorata, se dio cuenta
de que nadie le había puesto atención, porque en un viejo y desvencijado radio
de pilas los cortadores estaban escuchando la noticia de que balacearon a un
taxista, de que encontraron cadáver en un pozo y sobre una mujer muerta en un
lote baldío, lo que tenía a los radioescuchas totalmente pasmados. No faltó
quien le quiso preguntar al veterano filósofo de los cafetales, su opinión
sobre la violencia que lastima a todo el Estado. A lo que el experimentado
cámpira, solo se limitó a decir: “Y veremos cosas peores”…
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