La
ciencia de Borges
Por
Sergio Jimarez
“Nadie rebaje a
lágrima o reproche esta declaración de la maestría de Dios,
que con magnífica
ironía me dio a la vez los libros y la noche.”
Jorge Luis Borges
Jorge Luis Borges fue un
escritor argentino considerado por muchos un genio de la literatura, su obra ha
sido reconocida en todo el mundo como una de las más exquisitas, complejas e
interesantes. Resulta bastante irónico que un escritor de esta magnitud haya
sido acosado por una ceguera progresiva y que se le haya tenido que prohibido
leer y escribir, aunque nunca hizo de lado esta labor ya que pedía que le
leyeran y dictaba sus notas. De la misma manera es impresionante que en este
personaje tuviera tanto impacto la ciencia, plasmando en sus obras nociones
increíbles de física, matemáticas y filosofía; inventando universos, vidas y
condiciones fantásticas acerca del comportamiento de la realidad.
“Funes el memorioso” es un
cuento publicado en 1944, el texto cuenta la historia de un personaje que
padece hipermnesia, por lo tanto no puede olvidar, revive con memoria
fotográfica todo lo que le sucede a detalle. Dentro de su padecimiento elabora
un sistema de numeración que asigna arbitrariamente hasta veinticuatro mil
nombres distintos a cada número, este tipo de proceso juega mucho con las
combinaciones, este tipo de condiciones especiales son recurrentes en la obra
de Borges; la singularidad de los ordenamientos, seguimiento y posicionamiento
de las numeraciones dan un panorama acerca de su gusto por las matemáticas
fractales y los órdenes combinatorios tal y como lo muestra también en “La
biblioteca de Babel”, un cuento donde narra la existencia de una enorme
biblioteca que parece ser infinita debido a las posibles combinaciones con las
que se puede contar: Cada muro tiene cinco anaqueles con treinta y dos libros,
cada libro cuenta con cuatrocientas diez páginas, cada página tiene cuarenta
renglones, cada renglón contiene ochenta símbolos y cada símbolo veinticinco
variantes. La cantidad de libros que pueden crearse a partir de estas
condiciones resultan en un número con un millón de dígitos (millón es un número
de siete dígitos), es absurdo tratar de dimensionar el tamaño de esta
biblioteca sin embargo, en el cuento podemos entender la analogía acerca de la
extensión del universo.
Borges también jugaba con la
realidad, el cuestionamiento acerca de lo que percibimos y cómo lo abstraemos,
cómo se construye la realidad; imaginemos que poseemos un objeto cuya característica
es que sólo posee un lado, es decir podríamos verlo, describirlo, incluso
palparlo y reconocer todos sus aspectos siempre y cuando lo hiciéramos sobre un
perfil del propio objeto, al darle vuelta, el objeto deja de existir, no
podríamos ni siquiera verlo; en el cuento “El disco” se trata esta condición,
un individuo tiene un disco de un solo lado, cierto día el disco cae al piso y
es imposible encontrarlo porque cae con el lado que existe hacia abajo.
Las situaciones de la
realidad física se ven también expresadas en el cuento “El Aleph”, de 1945, en
este caso se puede tratar de la descripción de un tipo de agujero negro dentro
de un sótano; este pequeño objeto era capaz de mostrar todos los lugares de
todos los tiempos de una manera infinita; esta distorsión espacio-temporal es
una de sus firmas en la obra del escritor. Siendo contemporáneo del nacimiento
de la física cuántica y la relatividad, puede que haya encontrado su
inspiración en los hechos científicos de la época; ha sido tanta su relevancia
que resulta inquietante, incluso que el cuento “El jardín de senderos que se
bifurcan” sea una analogía muy precisa acerca de algunos fenómenos de la física
cuántica sobre las probabilidades de resultados cuando se elige una condición
sobre otra. La cantidad de opciones posibles y la ocurrencia de sucesos sobre
realidades paralelas o universos paralelos; inclusive ha impresionado a
estudiosos de la materia estas similitudes que a palabras propias del escritor
“…no le sorprendía que las leyes de la física espejearan ideas de la literatura”.
Borges dibujó y creó un
universo único, un viaje por la literatura que se basó en experiencias
científicas que mezclaban realidad con fantasía, fue un poco más allá de la
ciencia ficción ya que su expresión es una obra de arte literaria que pudo
anticiparse a la física misma, o en su defecto, la inspiración mutua entre sus
cuentos y la descripción de la realidad.
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