lunes, 25 de junio de 2018

DESDE LA FINCA Por: El Cortador

De climas y leyendas.- De repente, el cielo se puso negro al filo de las cuatro dela tarde; nubarrones oscuros anunciaban una tormenta típica del verano, acompañada de fuertes rachas de viento, sin que esto significara un “norte”, pero hacía rechinar a los árboles y doblaba las matas de plátano. Las mujeres metieron rápidamente a los niños a sus casas y los hombres corrieron a protegerse a una vieja galera que en cosecha sirve de bodega de costales. Un olor a hierba seca quemada invadía la ladera acompañando la humedad que dejaban los goterones. “Doña Chona está quemando palma bendita, para alejar la tempestad”. Los truenos hacían vibrar las láminas de los jacales y deslumbrantes relámpagos antecedían el sonido estremecedor de un rayo que caía en lo alto de la loma. El fuerte aguacero no se hizo esperar inundando los caminos y encharcando los patios. Unas bolas de hielo de color blanco castigaban los techos de los jacales y brincoteaban en el suelo. Inmediatamente empezó a hacer frío como consecuencia del granizo. Mientras pasaba la lluvia que hacía difícil escucharse, los jornaleros aprovecharon para compartir un aguardientito con frutas de nanche que hizo más amena la espera. A lo lejos se escuchaba cómo se desgajaban viejas ramas de los altos jinicuiles que cargados de tenchos se venían abajo al no aguantar la humedad. “Abuelo cuéntanos tus historias mientras se pasa el aluvión, de esas que hasta espantan”. El longevo patriarca de los cafetales, el que ha sido testigo de muchas tormentas y casi noventa veranos, le da un trago al nanche, se limpia la boca con las mangas y se acomoda para filosofar: “Mañana es la fiesta de San Juan, los abuelos nos platicaban que esta fecha está rodeada de magia y de leyenda. Se decía que en la Noche de San Juan se abren de par en par las invisibles puertas de ‘El Otro Lado del Espejo’; se permite el acceso a grutas y lugares encantados; los tesoros se remueven en las entrañas de la tierra y las losas que los ocultan dejan al descubierto parte del mismo para que algún pobre mortal deje de ser pobre”. Con los ojos muy abiertos, los jornaleros le apresuraron a que continuara, mientras el curtido labrador con toda calma encendía un cigarro. Luego de una olorosa bocanada de humo, continúa: La festividad de San Juan Bautista es el día 24 de junio, muy cercano al solsticio de verano; se han ido perdiendo las creencias, pero eran muchos los rituales la víspera del 24, pero todos giran en torno a la glorificación del fuego. El gran protagonista de la Noche de San Juan es el fuego, cuyo fin no sólo es rendir tributo al sol, sino también purificar los pecados del hombre”. Los campesinos, embelesados con la charla y distraídos con el nanche, ni siquiera se dieron cuenta que la tormenta ya se había pasado y el cielo ya había aclarado. Salieron a observar la calma que sigue de la tormenta que en el campo se convierte en renovación y vida. Entendieron la metáfora del sabio que llena de simbolismo, ilustra el conocimiento y el respeto que los viejos le tienen a la naturaleza y la comprensión pragmática de los fenómenos naturales asociados con la fertilidad de la tierra y los ciclos de la vida. Sabiduría ancestral transmitida solo a aquellos que están preparados para recibir la instrucción. “Vámonos por más nanche que este ya se acabó y va a haber ley seca, hay que surtirse antes, porque con motivo de las elecciones no va a haber venta. Piensen bien por quien van a votar no se apendejen, y no se distraigan con el mundial porque después del 2 de julio, la selección va a empezar a perder…

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