Es agradable saber que la ciudadanía juvenil se va incrementando, pero también es preocupante el pensar, qué será de nuestro futuro.
Tristemente, parte de la ciudadanía actual se ha ido enfocando por el camino del vicio, en algunos casos por falta de atención a problemas personales, valentía o simplemente por convicción propia.
Quiero alzar la voz y decir: ¡Alto!... que no se haga costumbre; hay más generaciones atrás que aún pueden ser rescatadas, que se puedan guiar con buenos ejemplos y quienes hayan caído en el vicio, decirles que todavía hay formas de SOLUCIONAR, este tipo de enfermedad, que el exceso de vicios no deja nada bueno, al contrario, te van aislando de la sociedad y las oportunidades son menos.
Hay más tipos de distracciones y de convivencias. Aprendamos a vivir evitando esos hábitos nocivos, como lo hacían algunos de nuestros antepasados.
Puede sonar exagerado evitar por completo esas sustancias, pero poco a poco irse alejando de ellas, ya que si se siguen consumiendo, al paso del tiempo pueden traer malas consecuencias a la salud y a veces el arrepentimiento ya es muy tarde.
Espero podamos reflexionar en esto y no nos dejemos llevar por las malas influencias, y si sabemos de alguien que se esté guiando por este camino, ayudémoslo, antes de que sea tarde y ya no haya solución.
Cuídense mucho!... Nos leemos en la próxima
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