Octubre, mes donde vemos el amarillo de la flor de Cempasúchil, donde vemos esa luz de muchas velas paradas sobre una mesa.
El fin de este mes, es donde también nos esforzamos a colocar y doblar esa rama tan famosa, sí, la rama tinaja que es un adorno fundamental para nuestro altar.
Esto lo hacemos con el afán de recibir a nuestros queridos difuntos, hasta el día 2 de noviembre.
Las creencias nos dicen que sus almas nos vienen a visitar, llegan con hambre y sed, cansados de su largo camino después de la vida, es por ello que acostumbramos a ponerles su comida favorita e incluso su bebida preferida.
Este mes es de bastante tradición, tradiciones a nivel nacional pero justamente en nuestra región es muy particular, con danzas, con ofrendas, con obras de teatro y representaciones artísticas por parte de nuestros mismos ciudadanos.
Sigamos con nuestras tradiciones, con las mismas costumbres y educar con ello a las próximas generaciones para que así esto prosiga por muchísimo tiempo más.
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