Don Rafael se ha comprado un Volkswagen Sedan, desde hace años tenía deseos de poseer uno. Después de un tiempo de manejarlo, el caballero decidió quitarle el volante de fábrica para ponerle uno deportivo, cambió las luces tradicionales para ponerle unos potentes faros Led de más de 1,200 lúmenes y optó por cambiarle los neumáticos para ponerle llantas anchas y más pequeñas, para hacerlo ver deportivo, diferente, quizás único.
Lo que no sabe Don Rafa es que al modificar su vehículo, está incurriendo en un error bastante grave y muy común; muchos aspectos técnicos relativos a la conducción, el frenado y la iluminación del camino serán modificados y eso trae consecuencias. De principio el volante, las luces y los neumáticos que usa un vehículo y que fueron provistos por el fabricante, son los indicados para que el automotor tenga un funcionamiento adecuado dentro de los parámetros de seguridad y eficacia estudiados por el constructor, por eso están ahí.
Veamos, cuando usted cambia el volante debe quedarle claro que cambian varias cosas, entre ellas que el número de vueltas que deberá hacer ahora para lograr virar hacia donde lo requerirá serán más que antes, deberá habituarse; por otra parte, la manera de afianzarlo y la forma de reaccionar de todo el sistema de dirección del vehículo, ante baches, topes, desniveles y curvas cambia notoriamente, se vuelve más sensible el conjunto, luego es más fácil perder el control del automóvil.
En cuanto hace a las luces principales, aunque el Reglamento de Tránsito en vigor, no nos dice qué potencia máxima podrán tener, sí prohíbe el uso de faros o luces cuya intensidad afecte la visibilidad de los demás conductores; usemos el sentido común para utilizar faros adecuados y que no signifiquen una molestia. Ahora, el Reglamento si aclara que las luces “bajas” no deberán estar dirigidas a la altura del rostro, concretamente a los ojos de ningún conductor. Las luces “altas” deberán iluminar todo lo que se pueda ver a 100 metros. Obviamente, debemos conceder el cambio de luces inmediatamente nos percatemos que viene un vehículo en el carril contrario.
Los constructores de autos más prestigiosos han invertido fortunas para investigar este aspecto de la óptica en los automotores para lograr un campo mayor de visión sin deslumbrar a los otros conductores. En Europa se han diseñado estas luces para que sean asimétricas, es decir, la luz izquierda apunta más bajo que la derecha, con el fin de no afectar el campo y la seguridad visual de los conductores que se mueven en sentido opuesto.
Las autoridades de Tránsito de nuestro Estado deberán investigar más y en su caso regular estos cambios para evitar problemas en la vía pública relativos al encandilamiento y todas las molestias que esto puede significar.
El cambio de neumáticos implica quizás el cambio más sustancial y negativo, las ruedas anchas con bajo perfil tienen un agarre diferente, se afianzan a las curvas de manera distinta y afectan a la suspensión de manera importante ya que el vehículo baja drásticamente.
Le recomendamos no modificar su automóvil, lo mejor es mantener las características de seguridad inalteradas, así sabremos qué esperar, además, si el fabricante realizó análisis concienzudos de seguridad y eficiencia, respetemos su dominio del tema.
Le agradezco el favor de su tiempo al leernos, tenga buen día y buen trayecto. Comentarios a: jojerihmx@gmail.com
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