martes, 2 de junio de 2020

En tránsito... Por: Jesús Ricaño Herrera


La intuición es por definición una valiosa habilidad que nos auxilia a entender, percibir o atender nuestra realidad sin la necesidad de utilizar mecanismos complejos como la razón. 


En cuanto hace al uso de la vía pública, un medio lleno de peligros, esto significa que debemos resolver problemas inmediatos que se nos presentarán sin previo aviso, no podemos perder mucho tiempo para resolverlo, pues este no se tiene, se busca obviamente evitar una desgracia.


Si habláramos de un ejemplo pensemos en una caja de regalo que nos han entregado, esta es pequeña, suena algo metálico dentro, tiene cierto peso, quizás unos 70 gramos, la intuición nos dice que es un llavero, cosa que comprobamos al abrir el paquete.


De este modo funciona la intuición, toma los datos que hay en los objetos o el ambiente por muy escasos que sean para armar una posibilidad a priori y entonces tomar decisiones para poder actuar. Muchas personas que están en el proceso de aprender a conducir y que son conscientes de la complejidad de esta actividad se hacen las siguientes preguntas:


¿Cómo sé que mi vehículo cabe en ese espacio?


¿Cómo sabré que es necesario cambiar de velocidad?


¿A qué distancia debo frenar ante un obstáculo?


¿A qué velocidad debo tomar esta curva?


La única respuesta posible a estas interrogantes es la experiencia, la intuición se alimenta de todas las vivencias que hemos tenido, dado que hemos sumado un montón de lecciones de vida, sustos, placeres, errores y desventuras en el vehículo, sabemos en qué espacios nuestro automóvil puede entrar sin salir dañado, conocemos el sonido del motor que nos indica de modo automático que hay que cambiar de velocidad en los vehículos de transmisión estándar, haber frenado ante miles de situaciones nos indica el parámetro para reaccionar ya que lo entendemos; aplicar los frenos y tener garantía de detener nuestro carro sin dañar a nadie, cada curva de nuestro entorno tiene digamos un modo de ser tomada, incluso si no conocemos el camino, la intuición nos dice como hacerlo realizamos analogías empíricas para resolver los problemas a los que nos enfrentamos.


Como en todo, hay intuición útil e inútil, es de vital importancia que una persona en vías de aprender a conducir adquiera vivencias éticamente aceptables, en vez de habitar en la ilegalidad creyendo que nunca le pasará nada.


Imagine a un individuo que jamás ha utilizado las direccionales para avisar a los demás la maniobra que realizará, ha formado una intuición engañosa, comparado con la persona que siempre avisa lo que hará mientras se encuentra en tránsito, este tipo de intuición está fundamentada en la seguridad, las diferencias son abismales, pues está demostrado que aquel que respeta las reglas tiene menores posibilidades de ocasionar un accidente vial.


Los peatones también requieren de la intuición, todos los usuarios de la vía pública la necesitan, no es algo que podemos obviar y seguir de largo, los mecanismos de supervivencia humana tienen en la intuición una muy fuerte aliada.


¿Cómo fortalecemos la intuición en la Seguridad Vial?


Respete las reglas de tránsito, obedezca las señales de tránsito, respete los límites máximos de velocidad cuando no haya señal, utilice los sistemas de seguridad pasivos como el cinturón de seguridad o el casco protector, evite el uso de cualquier distractor, ponga atención al camino, busque información y mantenga sus sentidos alerta.


En estos tiempos de contingencia sanitaria haga caso a las recomendaciones de las autoridades, no sature su vehículo con pasajeros, evite los lugares con mucha gente, quédese en casa y solo salga si de verdad es urgente.


Le agradezco el favor de su tiempo al leernos, tenga buen trayecto. Comentarios a jojerihmx@gmail.com


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