EDITORIAL

El pasado domingo 4 de abril iniciaron las campañas electorales para elegir a los próximos diputados federales. El escenario no podría ser más complicado para los ciudadanos y para los candidatos; la pandemia del virus SARS-CoV-2 impide que se realicen eventos masivos como estábamos acostumbrados y ahora los recorridos de los aspirantes tienen que ser casa por casa, a ras de suelo y con algunos eventos donde los automóviles con sonido refuerzan para hacerlos más vistosos. 

Eso sí, el bombardeo de spots a través de radio y televisión se disparan con una presencia histórica bajo un modelo de comunicación política, que si ya era arcaico antes de la pandemia, ahora es mucho menos eficiente porque los spots reproducen ideas comunes que poco ayudan para mejorar la propuesta, el debate y la decisión del elector; sin embargo, es lo que hay y con lo que se tiene que trabajar.

Por esa razón es importante que el electorado busque dentro de las opciones, aquellos perfiles congruentes, que los hay, donde se vea un asomo de honestidad en el ejercicio público, experiencia, capacidad y, sobre todo, congruencia y honorabilidad. Suena inverosímil pero será un parámetro de comparación y análisis.

Los medios de comunicación serios, jugarán un importante papel. En Semanario ESPRESSO será nuestro compromiso con los lectores que desde este espacio podamos llevarle toda la información de los proyectos que se verán en la boleta, por la importancia que tiene la elección de diputados federales donde se juega la continuidad de la 4T o si el ciudadano optará por un cambio radical manifestando su decepción. No lo sabemos. Pues del otro lado va la alianza opositora representada en el PRI, PAN y PRD. Además de otros que hoy damos a conocer.

Así pues, el escenario de las campañas no es fácil, porque se hace en medio de muchas apremiantes externas y con un abanico de opciones que está en crisis por la cuestionable o desconocida trayectoria de una amplia mayoría de candidatos.

Legislar es una responsabilidad que tiene alcance para todo el país. No se trata de llevar al Congreso gente sin experiencia o con total desconocimiento, a que analice y apruebe leyes. Respetable, digna y legítima la aspiración de quienes se registraron ante el INE para contender en esta elección. Pero algunos ni conocen el distrito o peor, no los conocen ni en su municipio. 

Lo cierto es que el país necesita gente que lo encamine al progreso. Que no legisle de rodillas al ejecutivo y cuya labor repercuta en beneficio de todos los sectores que hoy ven en riesgo el desarrollo y las instituciones.