lunes, 12 de abril de 2021

REFLEXIONES - Héctor Hernández Parra.


Una muestra más del doble discurso presidencial es el trato privilegiado que el Presidente de la República le da a este personaje de la comunicación de nombre EPIGMENIO IBARRA, periodista, productor de telenovelas, socio de Carlos Payan en una empresa denominada “ARGOS”, corresponsal de guerra y entre otras muchas cosas que le enorgullecen está la de gozar de la amistad del presidente de la República.


El trato discrecional ha generado un escándalo, sobre todo porque esta situación ha roto con el discurso del tabasqueño que gobierna nuestro país desde Palacio Nacional.


Epigmenio ha recibido un préstamo del orden de los 150 millones de pesos a través de un fideicomiso y cuyos recursos son del Banco Mexicano del Comercio Exterior (BANCOMEXT). Lo que tiene molestos a empresarios del país es enterarse que en 2019 y 2020 ‘Argos Comunicaciones’ fue beneficiada por el SAT y el monto de condonación de impuestos fue del orden de los 7 millones de pesos. En las mañaneras del presidente se comentó que ya no existen más créditos ni benevolencia fiscal, pero la realidad demuestra lo contrario.


De nada han servido las comparaciones mencionadas hasta la saciedad, que en los gobiernos neoliberales se les rescataba financieramente a empresas con recursos públicos, y sobre todo mencionando la diferencia de este régimen de la esperanza y los sexenios anteriores.


Desde siempre los gobiernos han tenido  sus periodistas consentidos, por ejemplo en tiempos del presidente Miguel de la Madrid uno de sus protegidos fue Guillermo Ortega, en tiempos de Carlos Salinas de Gortari la estrella en medios fue Ricardo Rocha Reynaga quien se desplazaba utilizando las naves presidenciales, varios presidentes tuvieron en una gran estima al Lic. Jacobo Zabludowsky o al Lic. Miguel Alemán Velasco.


De modo que el gobierno de la esperanza sigue haciendo exactamente lo mismo de lo que tanto se horrorizaba, privilegiando el trato a sus cuates.


En medio de la pandemia espantosa del COVID-19, el gobierno de la república continúa invirtiendo recursos en proyectos que tienen un dudoso desempeño en cuanto a su construcción como el caso del  Tren Maya, el aeropuerto militar en Santa Lucía, la refinería en Dos Bocas y el derroche para cubrir la pésima decisión de cancelar el Aeropuerto para la ciudad de México.


Las acciones para atenuar la crisis sanitaria del COVID-19 en México tienen sin cuidado al mandatario federal.


La obsesión es mantener el poder absoluto y derrochar recursos, electoralmente hablando.   



Correo electrónico   hectorhernandezparra77@gmail.com



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