Cuando toco tu mano siento el río
de las madres, el agua y sus veneros,
la siembra por hacer y los aperos
de mi labranza muerta en calor frío.
Cuando toco tu piel, todo el rocío,
la madre tierra, campa por sus fueros,
y en mi sangre los altos aguaceros
domeñan sus furores al estío.
Porque al tocar los surcos de tu mano
siento una voz que llama a la faena
desde la tierra virgen del cortijo.
De hacer feraz la tierra de secano
talando por el tallo la azucena
que adornará la cuna de mi hijo.
Ángel García López
Poeta español nacido en Cádiz en 1935.
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