Nelson Mandela fue un abogado y político nacido en Sudáfrica quien estuvo preso durante 27 años por su oposición a la política de segregación racial. Tras su liberación recibió el Premio Nobel de la Paz y en 1994 fue presidente electo democráticamente de su país. Nació el 18 de julio de 1918 en la región del Transkei (sureste) en el seno de un clan real. Su padre le llama Rolihlahla, “el que trae problemas”, en xhosa (dialecto africano).
Mandela manifestó muy pronto un espíritu rebelde y lo expulsan de la universidad de Fort Hare por un conflicto sobre la elección estudiantil. En Johannesburgo, siendo un pasante de abogado, militó en el Congreso Nacional Africano (ANC) y co-funda la Liga de la Juventud del ANC, en donde luchó como un defensor de los derechos humanos y un gran activista que construyó desde la práctica, posiciones anti patriarcales basadas en la defensa de los derechos de la mujer y la diversidad.
Frente a un régimen que institucionaliza el apartheid en 1948, tomó las riendas del partido. Detenido en múltiples ocasiones, Mandela fue juzgado una primera vez por traición y absuelto en 1956. Un año más tarde da el salto a la lucha armada. Detenido, es juzgado con el núcleo dirigente del ANC por sabotaje y conspiración contra el Estado en el proceso de Rivonia (1963-64).
En 1962 fue arrestado y acusado de conspirar para derrocar al gobierno por lo que se le sentenció a cadena perpetua, estuvo en prisión por 27 años, ante esto proclamó su profesión de fe: “Mi ideal más querido es el de una sociedad libre y democrática en la que todos vivan en armonía con igualdad de oportunidades, un ideal por el que estoy dispuesto a morir” decía.
A partir de 1985, el régimen del apartheid, asfixiado por las sanciones internacionales y la incansable lucha interna, inicia su decadencia.
Hasta el 11 de febrero de 1990 donde salió en libertad. Tras su liberación recibió el Premio Nobel de la Paz y en 1994 fue presidente electo democráticamente de su país. Un ícono mundial de la reconciliación. Esta definición es el principal legado de Mandela: transformar, sin rencores, un país desgarrado en una democracia multirracial y estable.
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