¿Por qué nos inflaman algunos alimentos?-
En muchas ocasiones nos preguntamos por qué cuando consumimos cierto tipo de alimentos nos provoca inflamación, ya sea de inmediato o en un corto periodo de tiempo, si son alimentos nutritivos y no presentamos intolerancia a ellos.
Y es que lo que pasa, es que algunos alimentos como los frijoles, las lentejas, el brócoli, la coliflor, col, entre otros, contienen algunos nutrimentos que provocan esta reacción en nuestro organismo.
Tomaremos como ejemplo a los frijoles, que es un alimento que la mayoría de las personas consumimos. Estos forman parte de las leguminosas y aportan a nuestro organismo muchas propiedades. Es una buena fuente de proteína y la calidad de esta proteína en el frijol cocido puede llegar a ser de hasta el 70% comparada con una proteína de origen animal a la que se le asigna el 100%.
Tienen un gran aporte de carbohidratos, en los que destaca el almidón y la fracción correspondiente a los lípidos (grasas) es muy pequeña. Además de que es buena fuente de fibra. Nos aportan considerablemente calcio, hierro, fósforo, magnesio y zinc y las vitaminas tiamina, niacina y ácido fólico.
Pero también tienen como componentes ciertos carbohidratos llamados rafinosa, estaquiosa y verbascosa, los cuales no se logran desdoblar y absorber en la primera etapa de la digestión y terminan fermentados, convirtiéndose en gas en el colon, lo que provoca problemas de flatulencia.
Este tipo de carbohidratos son compuestos de azúcares hidrosolubles (que se disuelven en agua) que están presentes en cantidades variables. La concentración de estos es distinta, dependiendo de la especie y también del tipo de cocción que se haya llevado a cabo en el alimento que los contenga.
Estos compuestos no son digeridos por el hombre debido a la ausencia de la enzima α-1,6-galactosidasa en la mucosa intestinal. Al no ser digeridos en el tracto digestivo humano, estos azúcares no pasan a la sangre, dirigiéndose directamente al colon donde son fermentados por bacterias intestinales, que utilizan los carbohidratos como fuente de energía.
La fermentación de estos compuestos por parte de las bacterias conduce a una reacción por parte de nuestro organismo originando gases, como el dióxido de carbono, el hidrógeno y el metano. Esta reacción, es la responsable de la flatulencia, del aumento del tránsito intestinal, náuseas y hasta diarreas.
Pero no todo es malo, la rafinosa y estaquiosa también tienen un papel importante en la nutrición, ya que se considera que tienen un efecto favorable sobre el metabolismo de grasas y carbohidratos similar al de la fibra dietética, dándole propiedades prebióticas.
Si bien, alimentos que contengan este tipo de nutrimentos nos pueden ocasionar un poco de malestar, no debemos omitir que nos aportan una gran variedad de nutrientes que favorecen a nuestro organismo. Todo está en encontrar un balance para incluirlos en nuestra alimentación.
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