Una nueva moda está poniendo en riesgo la salud mental y la seguridad de los adolescentes: el Sexting. Es una práctica donde una persona se fotografía eróticamente para enviar las imágenes o videos a alguien de confianza (novios, novias, amigos). Esas imágenes o vídeos son mejor conocidos como “packs”. Desde ya hace varios años esta práctica va incrementando entré los jóvenes por el uso de redes sociales o mensajerías, ya hasta hay aplicaciones para que las imágenes sean protegidas y no lleguen a manos de quienes no se quiere o que después de un cierto tiempo se borren.
Cuando comenzó esto del “ sexting” hacía solo referencia al envío de mensajes de texto de naturaleza sexual, pero con el avance de la tecnología, tanto de teléfonos como de computadoras, se ha hecho hasta la creación de imágenes y vídeos. Esta práctica puede causar daños psicológicos en quien lo realiza, pues no se está 100% seguro de que esas imágenes no se difundan, ya sea cerca o lejos de su entorno, pueden llegar a ser causa de burlas o desvalorización, lo cual en casos graves puede llegar a causar hasta suicidios. Este problema llega cuando a la persona que se le envió, decide difundirlas entre amigos, subirlas en internet, ya sea por despecho, venganza, abuso, chantaje económico, emocional, sexual u otra razón. Obvio también puede llegar a tener consecuencias legales, tanto para quien las envía como para quién las recibe y difunde. El que las envía puede ser acusado de producción y distribución de pornografía y el que las recibe y difunde puede ser acusado de desvalorización moral hacia la otra persona.
De igual forma la edad de uso de la tecnología está disminuyendo día a día y esto afecta a que los jóvenes entren antes de tiempo a este tipo de prácticas, aunque se sabe también que no lo hacen tanto por una cuestión de tipo sexual, sino más bien, como travesura, llamar la atención o aburrimiento.
Los preadolescentes de edades entre 10 y 12 años no son capaces de ver los riesgos que suponen estas prácticas, en comparación con un adolescente mayor que ya tiene una mayor conciencia de lo que está haciendo.
Las niñas y adolescentes aumentan en cierto modo la victimización por lo arraigado de determinados estereotipos pues, si realizan el “sexting” se les señala como “prostitutas” o “fáciles” y se les ridiculiza.
También el “sexting” puede realizarse dentro del contexto de relaciones saludables, siempre y cuando exista un gran tipo de confianza y seguridad.
“El mejor camino hacia la solidaridad humana es la búsqueda y el respeto de la dignidad individual”
Pierre Lecomte du Noüy
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