domingo, 29 de abril de 2018

Cerca del Cielo Por: José Ramón Flores Viveros


Alucinaciones en la alta montaña.



“La cura para el aburrimiento es la curiosidad, 
para la curiosidad no existe cura”.
                                     Dorothy  Parker.

El oxígeno es vital para la vida, sin él toda esta maravilla que nos rodea no sería posible. Nuestro cuerpo y mente actúan a la perfección, en función directa con la cantidad exacta de este elemento;  sin oxígeno todo se convierte en un caos, con consecuencias funestas.

En alta montaña, conforme se asciende, la ausencia de oxigeno provoca reacciones diversas, aunque la más grave es la confusión en la que se ve involucrado el estado mental. Andrés Delgado vivió en carne propia uno de los peores accidentes en 1997 que se recuerden en el Everest.  Andrés falleció de manera trágica años después cuando escalaba una montaña en la India. Recuerdo que me platicó de manera personal, que se encerró en su tienda durante la feroz y violenta tormenta que dejó muchos alpinistas sepultados y congelados. Vivió en el interior, días de agonía física y mental; me aseguró que vio a su mamá Doña Carmen Calderón, que lo animaba a no darse por vencido, e incluso que ella misma había cerrado la cremallera  de la entrada a la tienda por donde se colaba el aire gélido y mortal.

Andrés dudo siempre si lo vivido había sido producto de su mente, hambrienta de oxigeno o que realmente su mamá había estado con él en los peores momentos de su vida, y que ella lo había salvado. Eduardo Agama Zambrano, guía profesional de montaña, también me comentó sobre una caída sufrida mientras escalaba el Chimborazo, una montaña preciosa de los Andes ecuatorianos. Cuando se deslizaba sin control, sobre la traicionera superficie del glaciar, a una velocidad infernal, todo lo aprendido en la teoría, en simulacros de caídas, y de practicar detenciones con el piolet, se fue al fondo de las grietas de esta montaña. Durante la violenta caída, fue en lo último que pensó, en el hacha para tratar de parar, y solo atino a gritar con angustia, pidiéndole ayuda a su mamá. Lo que él narra, es de verdad insólitamente increíble, cuando estaba a punto de precipitarse al fondo de una pavorosa grieta, algo detuvo su caída, una fuerza sobrenatural lo empujó lentamente- como si estuviera levitando- hacia arriba. El ecuatoriano asegura que su mamá desde el cielo le había salvado la vida. 

Por su parte Reinhold Messner el mejor alpinista del planeta, quien fue el primero en el mundo en escalar las 14 montañas de más de 8000 metros de altura, y quien también fue el primero en alcanzar la cumbre del Everest, sin la ayuda de oxigeno convencional. Asegura que cuando subía el techo del planeta, en uno de los peores momentos de soledad y agotamiento, escuchó perfectamente una voz que lo animaba a seguir adelante. Sin embargo escalaba en solitario. Cuando subió el K2, la montaña asesina, colgado sobre la pared, inerte, sin fuerza alguna para seguir y experimentando un terror extremo, vio como salía el alma de su cuerpo. Que era una especie de bruma, con un olor y color difícil de poder explicar. La falta de oxígeno en el cerebro, podría ser la causa de alucinaciones inexplicables. Tal como ocurre con los delirios que vive un alcohólico, cuando suspende la ingestión de esta droga. El cerebro reacciona de muchas maneras ante la adversidad. Sin embargo, Andrés y Eduardo, fue tanta su seguridad y convicción al hablar de sus experiencias, que no se duda, de que fueron experiencias difíciles de explicar, pero verdaderas. 

Quiero felicitar desde esta columna a Jonatán Flores García, hijo de mi tío Alfredo Flores, hermano de mi padre y de Angélica García. Quien el día de hoy, se tituló profesionalmente como Técnico de Futbol, esto en la ciudad de México. Recibió el importante documento de manos de Decio de María y de Guillermo Cantú, importantes personalidades del balompié nacional en la sede de la Federación Mexicana de Futbol. La verdad me siento muy contento y orgulloso de  mi familia chilanga.CercadelCielo15años.

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