Estimado lector, usted que nos otorga su valioso tiempo de leernos, se lo agradecemos y hacemos el compromiso de conducirnos que el mayor respeto posible para con usted.
¿Ya ha decidido usted su voto? ¿Ya comparó propuestas o conoce usted la trayectoria de los candidatos a los diferentes cargos de elección popular que se votaran en las próximas elecciones? ¿Cree usted que su candidato hará la diferencia para el bien de usted, su familia, vecinos y entorno?, Probablemente crea que sí o probablemente sea honesto y crea que no. Y es que miles, si no es que millones de mexicanos, se encuentran en el mismo dilema: que si son corruptos, que si son mentirosos, que si obedecen al poder del dinero, que sólo quieren llegar para “repartirse el pastel”, etc.
Por si no tenía suficiente ya en qué pensar con las campañas para presidente, puede sumarle desde mañana la de elección para gobernador y faltan los diputados locales que inician a fines de mayo.
Pero dentro de todo, ¿cuántos de nosotros somos proactivos en nuestra comunidad? ¡Vamos! ¿En nuestra cuadra?, ¿Sabemos quiénes son nuestros vecinos?... ¿A qué conclusión queremos llegar? Nadie nos dará un cambio mágico donde todos seamos felices, donde reine la paz y la armonía por decreto.
Y me gustaría poner el siguiente ejemplo: el día martes 24 de abril, personas como usted y como yo, tuvimos que esperar hasta hora y media para poder transitar el tramo carretero Zimpizahua - El Crucero, ya que las fiestas “mitológicas” (patronales) de San Marcos de León, se celebraron ese día. Y cada año es el mismo caos y mismo desinterés por tomar en cuenta a las personas de los municipios vecinos. Lo de siempre: incertidumbre, caos vial, fila enorme de carros, personas que se bajan del transporte público para caminar y poder llegar antes a sus casas o trabajos, turistas que se dan la vuelta porque nadie sabe qué ocurre y cuando llegas a verlos, personal de tránsito o persona con banderas señalizando que, con cierta razón, al momento de decirles que eso es un caos, te contestan: “a nosotros nos mandaron”.
No pretendemos cancelar las fiestas “mitológicas” patronales de cada pueblo, ello es parte de nuestra identidad como país; pero bloquear la vía que conecta los municipios de Xico, Teocelo, Cosautlán, Ixhuacán de los Reyes y Ayahualulco con Coatepec, no parecer ser sensato ni justo. Podemos intentar echar culpas a la Delegación de Tránsito, a las autoridades municipales de Xico por no dar un oportuno aviso, a las autoridades religiosas y comité organizador por bloquear indiscriminadamente calles y caminos, pero ¡no!, no debemos caer en la culpas si no en la prevención y programación de eventos, obras, mítines, actividades deportivas o de recreación, porque para ser justos las fiestas no son los únicos actos que bloquean la vía pública.
Si usted cierra la calle para la fiesta de sus hijos, no sólo está privando el libre tránsito de un espacio público sino que le está enseñando a su hijo a transgredir el derecho de otros por gusto propio. Pero si como personas, como vecinos, como ciudadanos no podemos darnos cuenta de que nuestras acciones subjetivas privan los derechos básicos de otros, ¿cómo podríamos pedir un país de paz y armonía?
Ningún candidato a ningún cargo, podrá mejorar el país si sigue contando con el capital político que somos, con la calidad que ofrecemos. “Piensa globalmente, actúa localmente”. Si usted es una de las personas que hace la diferencia, es digno de reconocimiento y de felicitación por ser un héroe anónimo, sin embargo, si me permite usted escribirlo, no es suficiente. Habría que predicar con el ejemplo y con la cordial invitación a que otro también lo sea.
Excelente semana…
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