domingo, 13 de mayo de 2018

Con-Ciencia - El Lord de la ciencia - Por Sergio Jimarez


La ciencia funciona como una forma de predicción del futuro; en cada pequeño avance es posible replicar fenómenos, algunos con pocas variaciones, otros, con un mundo de diferencia. Estas predicciones son posibles porque el conocimiento que fundamenta a la ciencia es acumulativo y verdadero, debe funcionar para cierto rango de certidumbre; por ejemplo, la mecánica clásica describe perfectamente la trayectoria de un móvil en tierra pero la relatividad se haría cargo si el móvil alcanzara velocidades cercanas a la luz; esto no significa que la primera teoría no sirva, sino que sólo aplica para ciertas condiciones. 

A los científicos les agrada utilizar su imaginación para estimular sus conocimientos, la curiosidad es la primera herramienta que utilizan y con ello visualizar el futuro. Siempre resulta motivante lo que puede resultar con un nuevo descubrimiento; la electricidad dio paso a la iluminación y la televisión y hoy en día, las computadoras y el internet resultan como una consecuencia de todos los anteriores. Ocurre también que las predicciones fallan pero, por lo regular, sólo en el tiempo que se estima, la mente del ser humano ha demostrado ser tan grande que cualquier cosa que imagine, se termina por lograr. 

Aunque la ciencia es un concepto directo, claro y riguroso se construye mediante una serie de errores que se van eliminando poco a poco, refinando los procesos o los fundamentos iniciales, a esto se le suma que los actores de las contribuciones son humanos, situación que garantiza imperfección. 

William Thomson, fue un científico británico nacido en 1824, destacó principalmente en las ramas de electricidad y termodinámica; sus trabajos le otorgaron un gran prestigio y renombre mundial, siendo uno de los físicos más importantes de toda la historia; sus investigaciones tuvieron mucha relevancia y sirvieron de base para avances trascendentes posteriores. Thomson, quien también es conocido como Lord Kelvin, estableció una escala absoluta de temperatura que indica un límite inferior universal para cualquier sistema, el cero absoluto (-273.15°C), este es el valor más bajo de temperatura que se puede alcanzar. 

Uno de los trabajos más importantes de Thomson, fue como ingeniero en el proyecto que unió la comunicación mediante un cable telegráfico trasatlántico a Estados Unidos y la Gran Bretaña; en dicho cargo pudo resolver muchos conflictos técnicos, la mayoría de ellos bajo mucha presión y rescató el proyecto varias veces cuando estaba a punto de cancelarse. Además, hizo cálculos sobre la transmisión de datos sobre este conductor; este concepto es actualmente usado para la transferencia de datos informáticos (ancho de banda).

Siendo muy respetado tanto por la comunidad científica como por la sociedad en general, Lord Kelvin era consultado para muchos temas de ciencia y su palabra era definitiva sin tantos cuestionamientos debido a que su capacidad había sido comprobada muchas veces antes. Sin embargo, incurrió en muchos errores y pronunciamientos que resultaron falsos, la mayoría de veces porque no se contaba todavía con la información suficiente o por precipitarse en sus declaraciones. Uno de los casos más conocido fue cuando calculó la edad de la tierra, fundamentó sus razonamientos en principios termodinámicos de la tierra pero sólo consideró que la transferencia de calor ocurría mediante conducción, cuando la convección es también una de las principales formas de transferencia; además, los cálculos sobre la emisión de calor que hizo, no tomaron en cuenta la radioactividad porque en ese momento era un descubrimiento que estaba por salir a la luz. Calculó que a la tierra sólo le quedaban 400 años de oxígeno mediante estimaciones sobre la biomasa pero tampoco se consideraron los organismos que producen fotosíntesis marina, estos no fueron conocidos hasta 1986. 

La construcción del conocimiento es una tarea humana, es el oficio de las personas de ciencia y como tal, se inicia de una manera muy elemental, casi artesanal y que con el paso del tiempo y la práctica se vuelve un arte muy fino; los errores no son más que las escaleras para subir a la cima del saber.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario