Es sabido que el COATL, mercado Bio Regional, ofrece una gran variedad de productos, cultivados o elaborados bajo un cuidadoso proceso, cuya característica es el respeto al medio ambiente. Muchos son orgánicos y ortos evitando usar fertilizantes o productos químicos. Todo lo que ahí se ofrece está libre de pesticidas: Café, pan, quesos, jugos, miel, vino, chocolate, verduras, lácteos, medicina alternativa, aceite de oliva, vinagre, y mucho más. Abierto los sábados de 10 am a 15 horas en el salón Agrícola, Aldama esquina Morelos en Coatepec.
Muchos visitantes que ya conocen el mercado, llegan desde muy temprano y antes de abastecerse de los productos que ahí se expenden, llegan directo a la cocina de Flory. El exquisito aroma de sus guisos atrae al más exigente gourmet. Desayunar con Flory es una experiencia incomparable. Así lo manifiestan quienes la conocen: “Cuando probamos su sazón, no solo regresamos, sino que trajimos a familia y amigos, en verdad es recomendable”.
María Florina Martínez Hernández, “Flori”, viene de la localidad e Baxtla, municipio de Teocelo. Instala una pequeña fondita en la que ofrece toda una gama de deliciosa comida rápida, pero tradicional. Cada semana trae diferentes platillos pero todos exquisitos, veamos: Frijoles con xonequi y bolitas de masa, chayotes con cacahuate, poblanos con elote, pechuga con mole, cuitlacoche, champiñones, chiles rellenos, brócoli capeado, tamales de muchas variedades, arroz, tortitas de gasparitos (de temporada). Todo servido con tortillas de mano hechas al momento, elaboradas con maíz que ellas mismas producen. También cosechan el frijol.
Al preguntarle a Flori, cómo llegó a COATL; sin dejar de darles vuelta a las tortitas de vena con carne, con emoción platica: “Yo llegué a este mercado desde hace casi 15 años, llegue vendiendo huevos, porque tengo muchas gallinas. En una ocasión invité a don Paco (Ing. Paco Romo, Coordinador general del COATL) a desayunar a mi casa y le gustó mucho lo que comió. Entonces me invitó a que viniera a vender comida casera, hecha de la manera más tradicional”.
Dándole vuelta a las esponjadas tortillas, continúa: “Me gusta mucho la cocina, aprendí a guisar de unas tías viejitas que me enseñaron lo más elemental del condimento y el sazón. Todo lo traigo hecho, excepto las tortillas. Me levanto a las cuatro de la mañana a preparar todo lo que voy a traer. Cocinamos todavía con leña, tengo un bracerote de leña que es donde preparamos todo”.
Las sillas y las mesas siempre están llenas y hay gente esperando. Viene de muchos lados a desayunar o a comprar comida para llevar. “Por practicidad todo lo servimos en tacos, no traemos comida caldosa, a menos que me pidan algo en especial; pero a la gente le gusta lo práctico”.
Acompañada de otras integrantes de la familia, no paran de hacer tortillas de mano y servir las ricas viandas que con deleite, la gente disfruta. ¿Y de tomar? Mira no traemos café porque otros compañeros lo venden aquí, pero traemos atole de maracuyá, de capulín o de piña, de acuerdo a la temporada. También traemos aguas frescas de frutas de la región”.
Para concluir, menciona: “Sigo trayendo huevos de rancho a vender, pues tengo unas gallinotas que ponen a diario. Son los que uso para guisar y para capear”.
Sin duda una experiencia incomparable que se ha convertido en visita obligada al Mercado COATL para darse el gusto de disfrutar alimentos elaborados con sazón del campo y condimentados con singular entusiasmo y amor por halagar al paladar.
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