lunes, 21 de septiembre de 2020

Cuarto Acto - Por: Alejandro García Rueda


 

Elecciones Post-COVID.-


Las maquinarias electorales no duermen, no saben lo que es el descanso. Siguen estando latentes y se muestran nuevamente cuando un nuevo proceso electoral se vislumbra cercano.


Está claro que, independientemente de su color e ideología, los gobiernos post COVID no pueden ser los que tenemos actualmente y eso obligará a la reconfiguración del trabajo realizado hasta ahora por las distintas fuerzas políticas.


Estas serán las elecciones de la infodemia. Nos tocará crear anticuerpos contra signos como la intolerancia, la necia defensa de puntos de vista que apuntalan “nuestra verdad” y la conveniente omisión de acciones realizadas por “X” o por “Y” gobierno.


Las campañas políticas 

no podrán ser las mismas.- 


No habrá cabida para una movilización o una labor de marketing por tierra; se tendrán que guardar para mejor ocasión ideas como la realización de caminatas, caravanas, cabalgatas, desfiles con marching bands o batucadas; se tendrá que desechar, al menos por ahora, la convocatoria a participar en algún mitin. Eso abre paso, básicamente al reflejo en las calles de la creatividad que puedan tener los equipos de comunicación participantes en los comicios.


Hay cambios en las reglas del juego, los temas prioritarios para la sociedad han cambiado y no se concentran solo en la seguridad, sino en la salud y en el fortalecimiento de la educación.


Después de los últimos sucesos que han cobrado relevancia a nivel nacional, el foco de atención seguramente estará en el financiamiento de las campañas; en términos de publicidad, se concentrarán esfuerzos para llegar a los ciudadanos hiper conectados y, si saben hacer movimientos inteligentes, los candidatos verán cómo poner sobre la mesa del elector un tema tan prioritario como la lucha contra la corrupción.


El contexto manda 


Un buen discurso se construye engarzando eslabones correctamente. Esta crisis eminente y evidentemente tiene una dimensión sanitaria, pero también económica y social ¿cómo conciliarlas? El termómetro está en qué tan bien o mal lo haga la actual administración y qué tanta aceptación tiene.


Sí, van a ser campañas en las que la tecnología va a jugar un rol fundamental. Podría pensarse que serán más frías, dirigidas a un segmento más joven pero –por lo menos para quien esto escribe– no podría desdeñarse al segmento formado por los adultos mayores que migran a las redes sociales, quienes quedarán más expuestos a las Fake News y proclives a aceptar éstas como verdad absoluta al no tener un conocimiento previo de lo que sucede en plataformas digitales.


No se podrá medir el pulso ciudadano a profundidad por la falta de movilización fuera de internet, pero al final del día, el éxito será de quien tenga la capacidad para gestionar y comunicar efectivamente a través de simbolismos.


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Twitter: @realalegarcia y Facebook: Alejandro García Rueda

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