Cuando tengo oportunidad me gusta visitar las cafeterías de la ciudad para degustar un café espresso, mientras lo degusto tengo por costumbre meditar sobre las cosas de la vida, he aquí algunas de mis cavilaciones, siéntase en libertad de seguirme, si se atreve.
Si existe algo que en ocasiones logra incomodarme es la horrible costumbre que tienen unas personas de escribir de modo patológico y obsesivo con faltas ortográficas, puedes conocer a alguien a través de su forma de escribir, usted por ejemplo, ya está creyendo que soy un intolerante y quizás tenga razón, pero no sea severo, mejor vamos a revisar los mensajes de whatsapp de algunos familiares o amigos, ¿Comprendió con facilidad lo que trataron de decirle o tuvo que hacer un esfuerzo extra para recibir el mensaje?
En ocasiones tengo deseos de rendirme y escribir como caiga, hasta el mismo corrector del teléfono se une a la mayoría convirtiéndose en un corruptor de texto, las búsquedas en Google obvian las faltas ortográficas, en ocasiones sale un tibio mensaje que dice: “Quizás usted quiso decir …”
Lo invito a usted y a su noble familia a escribir con buena ortografía, al final el entendimiento entre todos es una meta loable y humana, le aconsejo leer mucho, aprenda palabras nuevas y úselas al hablar y/o escribir, practique, escribir bien es delicioso.
Gracias
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