El próximo jueves 3 de diciembre, se celebra en el mundo el Día de las Personas con Discapacidad. Diversos organismos y autoridades, realizan algunas actividades por este tema. De acuerdo al INEGI, alrededor del 7 por ciento de la población en México, padece alguna discapacidad. Aunque existen diversas opiniones, la discapacidad se clasifica en varios tipos: física, sensorial, intelectual, mental o psicosocial, cognitiva y sensorial. Los especialistas las explican con detalle.
Pero lo importante de esta celebración, es que pretende hacer conciencia de que los gobiernos de los tres niveles, deben desarrollar políticas públicas y legislar, para atender a este sector, ya que las personas con discapacidad siguen enfrentando una profunda discriminación y desigualdad, producto de la dificultad para adaptarse a un mundo diseñado por y para las mayorías. Por lo tanto les es difícil interactuar con el mundo que les rodea ya que se enfrentan con barreras que son las que entorpecen su posibilidad de acceder a las oportunidades que la sociedad brinda.
Estas barreras se palpan en la falta de accesibilidad a instalaciones, a los espacios públicos y al transporte; en la ausencia de información disponible en formatos accesibles, o en la deficiencia para el acceso de algunos servicios. Pero los obstáculos surgen, sobre todo, de los prejuicios sociales, de las bajas expectativas que sus familiares tienen para el desarrollo de las personas con discapacidad y, en general, del diseño no incluyente de las políticas públicas.
Una vez que se entiende que es la sociedad la que ha fallado en su tarea de incluir e integrar a las personas con discapacidad, la solución claramente se encuentra en revertir esta tendencia y adoptar medidas destinadas a procurar una igualdad material, en la que a pesar de las diferencias entre los seres humanos, exista una nivelación en las oportunidades que favorezcan su proyecto de vida.
Debe ser obligación para todas la autoridades, y también para los particulares, de hacer ajustes razonables, como las modificaciones y adaptaciones necesarias y adecuadas que se requieran, para garantizar a las personas con discapacidad el goce o ejercicio de todos sus derechos y libertades, en igualdad de condiciones.
Para que las personas con discapacidad puedan disfrutar de sus derechos en plenitud y no a medias, tenemos la obligación de igualar el terreno para ellos en lo jurídico, en lo político y lo social. Si no lo hacemos, nos seguiremos privando de su talento y de sus aportaciones, pero sobre todo, seguiremos fallando en nuestra obligación de garantizarles una vida digna, respeto por las diferencias, y libertad para decidir lo que para cada quien representa la felicidad en su vida.
México ha dado grandes pasos al formar parte de varios instrumentos internacionales en torno a prevenir, investigar, sancionar y erradicar la discriminación especialmente contra la discapacidad, tales acciones son el camino idóneo para lograr una eficacia en el goce de los derechos humanos de las personas con discapacidad, pues son parte de la sociedad y no debe pasar desapercibido que han sido históricamente discriminadas, siendo necesaria su reivindicación.
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