lunes, 8 de marzo de 2021

EXPRESO CORTADO Gilberto Medina Casillas

El Cosmos.- 



Astronomía o astrología, tratan de las esferas luminosas y cuerpos rocosos que transitan el vacío universal, al cual, lo han querido identificar como la materia oscura, lo cual es un disparate. El vacío es el concepto más importante que tenemos para entender por qué los astros, estrellas y galaxias, se mueven a velocidades que, a nuestra escala humana muy reducida, nos parecen inconcebibles. El vacío, que es ocupado por distintos tipos de materia y energía, es un principio fundamental, muy difícil de entender para quienes el infinito y la nada no son opuestos porque creen que no existen, ni la nada ni el infinito.


La difícil comprensión del vacío, fundamento del taoísmo, es la clave del universo. Quien logra comprender que el vacío hace a la puerta y a la ventana, empieza a entender el tao.


Bien, amigos lectores, supongamos que nuestro sistema solar viaja en espirales a velocidades inauditas, alrededor de un cuásar, ubicado en el centro de la Vía Láctea, nombre que los griegos le pusieron a ese caminito de leche que identifica a una galaxia a la que luego sabríamos (o creemos saber) pertenece nuestro Sol y sus planetas.


Los astrónomos con sus nuevitos radio- telescopios han logrado estimar imágenes de distintos puntos del cosmos. El tal Hawking quiso demostrar que los hoyos negros eran ‘singularidades’. Un cosmógrafo indio estableció que no hay singularidades ni cosas extrañas en el universo conocido, para cualquier lugar que miras hay lo mismo.


Pero, lo realmente espeluznante es el alejamiento de los cuerpos celestes y sus formaciones. Tanto que no usamos kilómetros sino ‘años luz’, es decir, el tiempo en que tardaría la luz en llegar a aquellos en un año, considerando que la luz viaja a 300,000 kilómetros por segundo. Entonces decimos que la estrella más cercana es Sirius, a 8.7 años luz de distancia. Las Pléyades están a más de 80 años luz. ¿Y, cuánto mide un año luz?, pues nada más ni nada menos que nueve billones de kilómetros. (1*)


Sin embargo, años luz resultó chocante, así que inventaron los ‘pársecs’, equivalentes a 3.27 años luz. No me voy a entretener a explicar por qué se llama así ni cómo se estima matemáticamente, no importa, lo que sí trato de considerar es que las distancias cosmológicas son tan grandes que nos hacen imposible siquiera pensar en llegar a la estrella más próxima, o a alguno de sus planetas.


El caso es que lo que miramos en el cosmos ya ocurrió, hace miles y millones de años, es una imagen holográfica que llegó a donde estamos a lo largo de todo ese tiempo y sencillamente ya no existe. Lo que vemos es una figuración. Es la autopsia tridimensional de unas galaxias y cuerpos celestes que han muerto.


En el futuro, podremos, quizá, llevar gente al planeta Marte y algunas lunas de Saturno y de Júpiter y hasta de Neptuno y, podría ser que también a los asteroides más grandes. 


Este es nuestro espacio posible. De este sistema ni de esta burbuja, los seres humanos jamás saldrán. Por cierto, Plutón sigue siendo el límite exterior del sistema solar, al cual, la luz del Sol, tarda cinco horas y media en llegar.



1* Un billón equivale a un millón de millones.





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