lunes, 2 de agosto de 2021

Cavilaciones del Dr. Caturra

 Cuando los amigos se van



En un funeral es típico que ofrezcan café, se piensa que esta bebida ayuda a resistir el desvelo y mantenernos despiertos durante las horas que habremos de acompañar a los dolientes, sin estar dando las molestas e insensibles muestras de cansancio o aburrimiento, la cafeína tiene esa bondad.


Hablando de luto, pienso necesariamente en House, Silvio y Alf que se adelantaron, el primero estaba enfermo de su corazón, murió joven, los otros dos suertudos murieron ancianitos, cansados, vencidos por los años; cada día de sus 8, 15 y 16 años de vida nos obsequiaron su alegría, vitalidad y travesuras, no puedo más que con el espíritu lleno, rebosante de agradecimiento, darles las gracias por haber consagrado plenamente su existencia a nosotros para ser los más fervientes acompañantes, su dulce existencia, sus tiernas miradas y sus interminables reclamos de amor están en nuestras mentes grabados en forma de bellos recuerdos.


Debido a un traumático acontecimiento en mi infancia, yo odiaba a muerte a los perros, les declaré la guerra e hice toda clase de cosas contra ellos que nada me enorgullecen hoy, fui un ser humano gobernado por la ira irracional, pero llegó él y me curó de ese encono patológico.


Rompo con las barreras del tiempo y el espacio en mi mente, viajo al pasado y recuerdo nítidamente esa escena en que Silvio llegó a casa, dentro de una caja de zapatos, sobre un trapo viejo, siendo un cachorro, pequeño, hermosamente diminuto, y mis hijos llenos de ilusión lo miraban, su madre me preguntó inquisitiva: -¿Se va a quedar?- Ellos le respondieron de inmediato. Ese día nació un amor desgarradoramente profundo que aún hoy, vive.


Alf por su parte llegó un poco más adelante, Silvio lo trajo a raya como buen hermano mayor, sin embargo, este loco amigo mío se distinguió por ser osado, ya que enfrentaba a cualquier otro perro sin ningún temor y sin importar el tamaño de su oponente, amaba a todas las personas, incluso a los extraños, en cierta ocasión en el campo le hizo frente a un caballo que con pereza lo miró para no reaccionar siquiera, yo creo que le tuvo miedo.


Hace unos días Alf se quedó dormido en el sueño más profundo para no volver a despertar jamás, su cuerpo cansado ya no le respondía, era más el sufrimiento que padecía, la calidad de vida no era ya una garantía, así que optamos por darle descanso, que difícil fue decidirlo, fue un genuino acto de amor.


Así entonces, los perros son miembros activos de una familia, son algo más que una mascota, cuando se van duele tanto, puedo asegurar que el dolor es tal, que puede tranquilamente equipararse con el de la partida de un ser humano muy querido. Habemos quienes vemos en los animales amigos verdaderos, mejores quizás que cualquier otro ser vivo,  incluyendo a cualquier miembro de la humanidad. Tengo al menos a tres criaturas esperándome para cruzar el río e ir al Mictlán con su guía.


Hoy quiero invitarle a ser generoso con un perrito, un gato, un ave o cualquier otro animalito doméstico que usted elija como compañía, ámelos mucho, hágalo con la inteligencia de que algún día partirán, todos estamos prestados y seremos reclamados algún día por quien nos facilitó la dicha de existir.


¡House, Silvio y Alf, muchas gracias mis niños!



No hay comentarios.:

Publicar un comentario