Por Sergio Jimarez
Las
estrellas variables son estrellas que vistas desde la tierra experimentan una
variación en su brillo con el transcurso del tiempo. Esta variación puede estar
causada por un cambio en la luz emitida (la estrella se contrae y expande) o
porque algo bloquea la luz parcialmente.
Muchas,
y posiblemente la mayor parte de las estrellas, tienen al menos alguna
variación en la luminosidad: la emisión de energía de nuestro Sol, por ejemplo,
varía en aproximadamente un 0,1% durante un ciclo solar de 11 años.
Uno
de los estudios más importantes en este tema fue hecho por Henrietta Leavitt
(1868-1921), hija de un ministro del Congreso Norteamericano, nació en
Lancaster, Massachusetts. Realizó sus estudios en el colegio Oberlin y en el
Radcliffe donde se graduó en 1892. Fue entonces cuando descubrió la astronomía.
En
1895 entró como voluntaria en el observatorio de Harvard y siete años más tarde
entró a formar parte de la plantilla del mismo, bajo la dirección de Charles
Pickering. Durante ese tiempo tuvo la oportunidad de realizar trabajos
teóricos, pero se convirtió en la jefa del departamento fotográfico del observatorio,
donde, junto con su grupo, estudió las imágenes de las estrellas para
determinar sus magnitudes. Durante su carrera, Leavitt descubrió más de 2.400
estrellas variables. Se dedicó entonces al estudio de esas estrellas variables,
lo que supondría su mayor aportación a la Astronomía: la relación entre el
período y la luminosidad de las Cefeidas, que son las estrellas con este tipo
de naturaleza, nombradas así porque la primera en ser estudiada fue Delta
Cephei.
Las
Cefeidas son estrellas variables que muestran un ritmo regular de brillo,
oscurecimiento y brillo cuando se observan en períodos de tiempo que van desde
unas semanas a unos meses. Leavitt observó que cuanto más brillante era la
estrella, más tiempo duraba la pulsación. Esto significa que observando una de
esas estrellas, se puede determinar el período de pulsación y descubrir lo
brillante que es la estrella.
Estas
estrellas son pulsantes debido a que las zonas de hidrógeno y helio ionizado se
encuentran cerca de la superficie. Las Cefeidas son más brillantes cuando están
cerca de su tamaño mínimo y, puesto que todas las Cefeidas están aproximadamente
a la misma temperatura, su tamaño determina su luminosidad. Además, estas
estrellas son tan brillantes que se pueden observar en galaxias muy lejanas.
Una
vez constatada, la ley de Leavitt se utilizó para medir la distancia de objetos
muy lejanos, como las galaxias. Para calibrarla, hubo que obtener por otros
medios la distancia a la que se encuentra alguna cefeida próxima, de donde se
deduce su luminosidad real. Utilizando este método, los astrónomos Shapley y
Curtis midieron la distancia a la galaxia M31, llegando a diferentes
conclusiones, ya que no estaban de acuerdo en el tamaño de la Vía Láctea ni se
conocía en aquella época la distinción entre novas y supernovas.
Henrietta
Leavitt también desarrolló un patrón de medidas fotográficas que fue aceptado
por el Comité Internacional de Magnitudes Fotográficas en 1913. Para elaborar
este patrón de medición, Leavitt utilizó 299 placas de 13 telescopios y empleó
ecuaciones logarítmicas para ordenar las estrellas sobre 17 magnitudes de
luminosidad. Leavitt continuó redefiniendo este trabajo durante toda su vida.
Debido
a los prejuicios de la época, Henrietta no pudo desarrollar sus propios métodos
de trabajo, por lo que no tuvo la oportunidad de sacar el máximo rendimiento a
su intelecto. En el transcurso de su trabajo también descubrió cuatro estrellas
novas y estudió algunos tipos de estrellas binarias y asteroides.
Fue
miembro de Phi Beta Kappa, de la Asociación Americana de la Universidad de la
Mujer, de la Sociedad Americana de Astronomía y Astrofísica, de la Asociación
para el Avance de la Ciencia y miembro honorífico de la Asociación de
Observadores de Estrellas Variables.
Henrietta
Leavitt trabajó en el Observatorio de Harvard hasta su muerte en 1921 a causa
de un cáncer. Desafortunadamente, Henrietta falleció antes de poder concluir
otro trabajo sobre las escalas de medición de la magnitud de las estrellas. Sus
importantes contribuciones al mundo científico fueron reconocidas en 1925 a
título póstumo, cuando fue nominada por la Academia Sueca de Ciencias para el
premio Nobel.
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