lunes, 8 de julio de 2019

¡AHORA es el CAMBIO! Por: Juan Carlos Atzin Calderón


“La disyuntiva ante la situación que vive el planeta es clara, o dejamos atrás el uso de plástico, derivados y afines, o nos olvidamos de nuestra casa común”
-Juan Carlos Atzin Calderón


Un tercio de todos los residuos urbanos generados en América Latina y el Caribe aún terminan en basureros a cielo abierto o en el medio ambiente, una práctica que afecta la salud de sus habitantes y está contaminando los suelos, el agua y el aire. El mundo enfrenta una realidad que pone en duda nuestro sentido de evolución: entre más desarrollo, más residuos generamos; cuantos más residuos generamos, menos desarrollados estamos.

Cada latinoamericano genera un kilo de basura al día y la región en su conjunto, unas 541.000 toneladas, lo que representa alrededor de un 10% de la basura mundial, según un informe de ONU Medio Ambiente publicado en Buenos Aires, donde se celebró el XXI Foro de Ministros de Medio Ambiente de la región.

Siguiendo ese patrón de nivel de población y desarrollo, Brasil y México son los países que más desechos producen dentro de la región, mientras Haití es el que menos. La perspectiva es que la basura continúe creciendo y que en 2050 se alcancen las 671.000 toneladas de desechos.  Sin embargo, el problema reside en que la gestión de la basura en América Latina y el Caribe es uno de los mayores retos para la sostenibilidad de la región, con poca capacidad de reciclaje.

La disposición final de desechos de manera no controlada, su falta o incorrecta recolección, genera los basureros a cielo abierto. Dentro de estos, los de mayor riesgo son aquellos donde, de  forma sistemática e indiscriminada, se arrojan los residuos en arroyos o espacios abandonados o sin control ni protección, quemados intencionalmente como forma de reducir su volumen o por autocombustión y dejados para que distintos actores distribuyan su carga contaminante. Estos basureros pueden llegar a tener millones de toneladas y ocupar espacios superiores a las 100 hectáreas.

Por esta situación es que la relación se vuelve más estrecha entre las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la gestión de residuos. Por ejemplo, la meta de poner fin a los basureros a cielo abierto está directamente vinculada con los Objetivos número 3, una vida sana para todos; 6, agua limpia y saneamiento; 11, ciudades seguras; 12, producción y consumo responsables; 14, vida submarina y 15, ecosistemas terrestres.

Otro reto que afronta América Latina es que las tasas de reciclaje son todavía muy bajas, de manera que un 90% de los residuos que se generan en la región acaban desaprovechándose y terminan en los vertederos. Para mejorar este porcentaje, se busca tener una mayor visión a largo plazo y promover incentivos para el reciclaje, estableciendo las responsabilidades de los diferentes actores, porque es al final del día es una responsabilidad de los diferentes actores tratar de generar menos residuos y de reciclar los que se generan.

Resulta fundamental el involucramiento del sector productivo, porque son los que están en mejor disposición de diseñar productos que sean más duraderos, que sean más fáciles de reciclar, al suceder esto se crearía una tendencia generalizada, como ya ha ocurrido en otras regiones como Europa, a cumplir con lo que se denomina la responsabilidad extendida del productor.

¡Actívate por el Ambiente! y en UNIDAD transformemos realidades. ¡AHORA es el CAMBIO!

Contacto: WhatsApp: 2282153412    
Correo electrónico: juancarlosatzincalderon@gmail.com

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