LA PAJA EN EL OJO AJENO
Culpar a los demás ha sido la norma. Nuestras falencias, ahora resulta, que son producto de influencias, acciones o intervenciones de otras personas. ¡Ja!, ¡Sí, cómo no!
Todos los gobiernos nuevos hablan mal de los gobiernos anteriores y gustan de usar el método comparativo / negativo, señalando fallas cometidas por los otros, en el pasado. Y enalteciendo las acciones que proponen y amplificando cien veces las acciones que realizan, si estas fueron afortunadas.
Pero, estimados lectores, el problema no es hablar mal de la gente, es común y corriente en los pueblos chismosos (o sea todos); sino creer uno, en su interior, en su fuero interno, en su corazón, que no es responsable de ‘cierta’ falla o inconveniente que ha generado.
La situación que quiero hacer notar es que frecuentemente, las personas suelen engañarse pensando que otros, de ‘alguna manera’, propiciaron o contribuyeron a que ellos se hayan equivocado.
Al cabo, detrás de evitar la responsabilidad de los errores cometidos, cuando no se puede transferir la culpa o el defecto, aparece la excusa, la cual, constituye un pretexto que se aprovecha para evitar obligaciones o disculpar alguna omisión de nuestra parte.
Pero veamos la fuente de la frase que da nombre a este artículo. Cito: Mateo 7:1-6. ‘No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano’. (RV-1960)
En el contexto bíblico, la paja en el ojo ajeno, es lo que uno identifica como defecto, falla, debilidad, falencia, omisión deliberada, estulticia, la gama amplia de los defectos humanos, que se observan en el otro (prójimo) sin mirarse a uno mismo. El versículo remata: ‘sin ver la viga en el tuyo’, lo cual nos descalifica de andar haciendo juicios de los demás, antes de habernos examinado y encaminado nosotros mismos.
Fíjense, lectores amables, que el chiste es evitar los juicios apresurados basados en lo que se les venga en gana, con el afán de menospreciar al otro. Para lo cual, el evangelio referido, nos pone la meta del auto análisis. Pero eso de ver la paja en el ojo ajeno, nace de la imposibilidad que tienen algunas personas de enfrentar sus miedos, sus limitaciones y sus fallas. Y ha derivado por caminos siniestros, e históricamente calamitosos.
El choque entre los sistemas ideológicos que se descalifican entre sí. Las religiones, monolíticas y excluyentes. La economía política y los manejos oligopólicos internacionales. Una sociedad dividida, con segmentos de población con manifiesta intolerancia a modos de vida diferentes.
La famosa frase de la psicología funcionalista “Yo estoy bien, tú estás bien”, es un aserto, señalando que primero te compones a ti mismo y luego piensas en componer a los demás.
Dixit.
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