Un tema que se suponía viejo y superado, como lo es el racismo o la discriminación, estalló a raíz del lamentable asesinato de una persona a manos de la policía, en Minneápolis, Minnesota, en Estados Unidos; lo que ha llevado a grandes protestas. Hay quienes se atreven a mencionar una futura guerra civil. Y aunque esa posibilidad pareciera fuera de todo pronóstico, el hecho es que el país más poderoso del mundo aún conserva la discriminación desde su raíz.
En Teocelo no es diferente, por lo menos así lo hacen ver quienes han armado revuelo por conocer los nombres de los dos casos reportados como positivos de coronavirus, que por ley se mantienen en reserva, y la defunción de una persona. Eso también es discriminación, a la par del ejemplo de arriba o de quienes han agredido a personal de salud en diferentes partes del país. Refleja un atraso de por lo menos medio siglo, si tomamos como parámetros a quienes se les señalaba de estar enfermos de VIH, y denota una gran ignorancia de las leyes vigentes en nuestro país, dificultando así la convivencia en paz.
El coronavirus, las enfermedades de transmisión sexual, las crónico-degenerativas, los síndromes, etc. No son motivo para discriminar a una persona o familia. Así como no se publica quien tiene ladillas, que también se contagian, no se publica quien tiene coronavirus porque es información confidencial. Lo que todos debemos hacer es tomar la precauciones debidas para evitar el contagio, así como se hace con los preservativos para evitar el SIDA, para continuar realizando las actividades deseadas, pero haciéndose responsable por su actuar.
Desafortunadamente ninguna autoridad aclara las dudas de una población preocupadas por este delicado tema que clama por información, ya que sin duda, hay miedo e incertidumbre. En contraparte muchas personas aún no usan cubre bocas, no se respeta la sana distancia, no se desinfectan los objetos de uso diario y para muchos, no queda claro cuáles son los negocios esenciales y cuáles no lo son, lo que ha llevado a que todos sigan abiertos, buscando, lógicamente, el pan de todos los días.
A Teocelo le hace falta unión, en este caso a sus comerciantes. En Xalapa el Secretario de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios Turísticos (CANACO-SERVITUR) declaró: “Algunas empresas estuvieron abiertas por ser actividades esenciales… lo que no vimos es que en esas tiendas se limitara la venta de otros artículos como ropa o telas. Hay una queja que es genuina porque no hubo piso parejo”. En Teocelo no existe quien represente a los comerciantes organizados y tampoco quien puede pedir o exigir información o acciones, como lo ha dejado ver diversos comercios que no ha cerrado, pero que tampoco los han ido a desinfectar (llamado erróneamente “sanitizar”).
Sin embargo, la población es la que menos ha mostrado ajustes o acciones preventivas por la contingencia y el virus ya ha llegado, está aquí. Es tarea de todos, de sentido común y de ser responsables y solidarios con la sociedad, poner a Teocelo como un municipio ejemplar del cual se pueda aprender o tomar como referente. Ya se ha hecho. Sí si puede.
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