lunes, 7 de septiembre de 2020

Cerca del Cielo Por: José Ramón Flores Viveros

 Ricardo Torres Nava



Recientemente el alpinista Ricardo Torres Nava, primer latino y primer mexicano en la cumbre del Everest (mayo de 1989) fue homenajeado con el título de “Doctor Honoris Causa” por parte del Instituto Mexicano de Líderes de Excelencia (IMELE) y S.O.S. tierra, en coordinación con el senador Emilio Álvarez Icaza a poco más de 30 años de haber ascendido la montaña más alta del mundo “El Everest”. En el auditorio AAPAUNAM en Ciudad universitaria, Torres Nava fue investido con la distinción por ser parte de la historia deportiva del país y reconocido por su calidad humana en todo el mundo. Este reconocimiento lo consiguió por unanimidad de los votantes alrededor del planeta.


“Trato de compartir lo más cercano posible la sensación de estar allá (Everest), es un encuentro de emociones, de hechos hasta históricos, con muchas lágrimas, con mucho miedo y mucho temor. Trato de apegarme a lo más cerca posible a mi realidad. El día de hoy siento exactamente lo mismo”, expuso. Como montañista, ha tenido experiencias maravillosas, pero también muy difíciles desde ese ascenso al Everest que hizo en mayo de 1989 sin agua ni comida, hasta superar la pérdida de grandes amigos que se quedaron sin lograr el objetivo.


Torres Nava ha obtenido el Premio Nacional del Deporte, fue nombrado “Deportista del Siglo XX” en montañismo y tiene un récord mundial de buceo de altura extrema lograda en el volcán Licancabur, ubicado entre las fronteras de Chile y Bolivia, donde  tuvo un problema muy serio con su equipo que suministraba el oxígeno, y que casi le cuesta la vida. Su objetivo es seguir dejando una huella en todos los actos en favor de la sociedad y el planeta, tomando como ejemplo la unión y la fuerza que vivió México con la manifestación y el paro realizado por las mujeres que quieren vivir en un país sin violencia.


Ricardo fue congratulado por otros exitosos deportistas presentes: Joel Sánchez medalla de bronce en caminata en Sídney 2000 y Benjamín Paredes maratonista de excelencia olímpica e internacional. Mandaron sus felicitaciones Felipe Muñoz, medalla de oro en natación en México 68 y los medallistas olímpicos de plata, el clavadista Fernando Platas y el marchista Carlos Mercenario.


En el recinto universitario hubo momentos muy emotivos con banda de guerra, canciones alusivas, recuerdos por los que se han adelantado como el clavadista y medalla de plata olímpica Carlos Girón que arrancó aplausos de los asistentes y lágrimas de emoción en muchos de los abrazos que recibió el ahora Doctor Honoris Causa, Ricardo Torres Nava.


Todo lo anterior me fue enviado por el médico xalapeño Mario Rizo Campomanes, tomado del relato escrito de este gran evento realizado en la ciudad de México recientemente. Fue gracias a Mario que tuve la maravillosa oportunidad de conocer a Ricardo en el lejano marzo de 1991, cuando escaló el Pico de Orizaba, guiando a unos clientes europeos.


Ricardo, entonces guía profesional de una importante agencia internacional de montañismo con sede en los Estados Unidos, se hacía acompañar además de sus clientes europeos, de su esposa, la comunicadora Flor Berenguer, un par de amigos y un médico norteamericano que les hizo un reconocimiento médico, justo cuando nos encontrábamos en la cumbre del Pico de Orizaba a 5,747 metros de altura. El chequeo era parte de un estudio que se hacia a alpinistas y astronautas en diversas montañas del mundo, financiado por la NASA. 


Ricardo ahora, aparte de que es doctor en medicina, también ya es Doctor Honoris Causa, o sea que es Doctor Doctor… desde estos rumbos le mando mi sincera felicitación, también a Eliza Torres Nava, su hermana, a quien Ricardo ama con todo su ser. Con Eli me une una gran amistad de mucho cariño. También felicito a Flor esposa de Ricardo. Me siento muy orgulloso de ser su amigo, y este merecido reconocimiento me llena de profunda alegría, Dios los cuide siempre. A Mario Rizo mi gratitud por ser quien hizo posible que pudiera conocer al Richard.

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