Hábitos buenos y malos
“El ser humano es un animal de costumbres”, esta frase que se atribuye a varios importantes personajes de la historia de la humanidad de diversos campos del quehacer humano es contundente. No hace mucho me encontré un artículo del año 2013 de la Revista de divulgación científica con tintes conservacionistas “Nature”, un artículo firmado por un grupo de Investigadores de la Northeastern University de Boston de los Estados Unidos que estudiaron las costumbres de 100 mil personas para concluir que en efecto la frase con la que iniciamos este dialogo es verdadera.
Como usted sabe querido lector, existen costumbres sanas y las que no lo son tanto, se supone que deberíamos buscar todo aquello que represente un beneficio para nosotros, pero somos tan complejos que en ocasiones resulta casi imposible comprender los actos de los otros.
Tomando como marco de referencia todo lo anterior, pongamos sobre la mesa de la “Seguridad Vial” nuestras costumbres al transitar. ¿Qué observa en usted, al caminar?, ¿Se fija al cruzar la calle, observa las señales de tránsito para atender el mensaje, la restricción o la advertencia que representan?, o al conducir su bicicleta, motocicleta o automóvil ¿qué percibe en su conducta?, ¿Le avisa a los demás cómo piensa maniobrar haciendo señales, guarda su distancia de seguimiento, evita usar compulsivamente su claxon para saludar a sus amigos, vecinos o a la chica guapa?
En Coatepec hemos notado ciertas conductas que podemos calificar de malos hábitos. Le haré una especie de lista y usted dígase a sí mismo si incurre en alguna o algunas de ellas, al final obviamente lo que buscamos no es señalar a nadie, lo que en lo personal quisiera lograr con todo esto, es el apoyo suyo para un mejor y más seguro medio vial, nadie necesita un accidente de tránsito.
Vamos a jerarquizar de mayor a menor grado de temeridad y peligrosidad los malos hábitos para que usted atienda en caso de ser positivo la identificación del mal hábito en su persona, su autocrítica es sólo suya. Recordemos que todas las costumbres son aprendidas y podemos renunciar a ellas cuando tengamos ganas de hacerlo, plantearse la imposibilidad de hacerlo buscando pretextos no es otra cosa que apatía, eso nos dicen los expertos en la conducta.
Un mal hábito puede superarse, todo es cosa de practicar la nueva y buena costumbre que habrá de suplirlo, recordemos que después de 30 días de practicar la nueva conducta esta se instala y reemplaza a la directiva anterior, este proceso debe hacerse siempre con el deseo de mejorar, total, si hemos de ofrecerle algo a los demás que sea la mejor versión de nosotros mismos posible.
Le agradezco el favor de su tiempo al leernos, tenga buen día y buen trayecto. Comentarios a: jojerihmx@gmail.com
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