lunes, 5 de octubre de 2020

MI OPINIÓN - Por Lic. Benjamín Sánchez Flores

 Evaluando el Bienestar y el Desarrollo de Veracruz



El pasado fin de semana, el Presidente de la República estuvo nuevamente en Veracruz; lo hizo, de acuerdo a la versión oficial y del propio Gobernador del Estado, únicamente para sostener reuniones privadas y evaluar los programas de bienestar; lo creeríamos, solo si por reuniones privadas entendemos los eventos con presídium, pódium, escenario, público asistente (salvo los que no estuvieron en la lista) y con medios de comunicación, entonces sí, fueron reuniones privadas.


Los eventos sostenidos en Xalapa, Veracruz Puerto y Córdoba, más que una evaluación, fue un parte de novedades, ya que se presentaron solo números, más no comparativas, donde lo único rescatable es que Veracruz, es el tercer Estado con la mayor población beneficiada de los programas sociales de tipo federal. Sin embargo, es preciso y necesario analizar el verdadero impacto que tienen estos programas en la calidad de vida de las personas; porque en todos los eventos presididos por el Presidente López Obrador, los oradores no dieron cuenta de los indicadores que, precisamente, evaluaran el impacto de los programas de bienestar.

 

Es algo muy sencillo, la evaluación puede ser cualitativa (analiza los procesos y procedimientos) o cuantitativa (evalúa numéricamente el impacto obtenido, comparando el antes y el después); ese tipo de análisis no fue el reportado en los eventos realizados en esta gira presidencial.

 

Veracruz es la Entidad con recursos suficientes para crecer y desarrollarse; sin embargo, debido a los convenios de coordinación fiscal, la mayoría de la riqueza que se genera en suelo veracruzano, es explotada por el Gobierno Federal para el desarrollo de México, lo que no se dice que esté mal, lo que sí se cuestiona, es que Veracruz no reciba los beneficios de esa explotación de los recursos.

 

Como ejemplos, podemos mencionar la energía eléctrica que se genera en la Entidad, pero que, contamos con las tarifas eléctricas más elevadas; de igual forma, la gran generación de petróleo, que no significa que la gasolina sea más barata para un Estado generador. También el sector del campo, donde históricamente Veracruz ha sido líder en la producción agropecuaria, pero que las familias que dependen del campo, no ven ni sienten ese bienestar que solo se queda en discurso.

 

El Gobierno Federal debe dar cuenta de que el presupuesto destinado a los programas de bienestar, impacta de manera directa en la calidad de vida de las personas, a esto se le llama Presupuesto basado en Resultados (PbR), enmarcados en una Gestión por Resultados (GpR) y avalada por indicadores de gestión y desempeño; estos son los postulados de una verdadera planeación estratégica, la cual cuenta con herramientas reconocidas internacionalmente como la Metodología del Marco Lógico (MML), procesos que aún no aparecen a nivel federal.

 

El Presidente López Obrador debe dejar atrás el autoritarismo y acepar la crítica constructiva sin censurarla; debe mostrar ese compromiso por mejorar las cosas, por transformarlas; pero dejando atrás la improvisación y el individualismo, con mayor capacidad y compromiso, apegado en todo momento al marco legal y utilizando herramientas y metodologías aceptadas para analizar los resultados obtenidos y evaluar si éstos permitieron alcanzar y cumplir los objetivos fijados.

 

Hoy más que nunca México requiere menos autoritarismo y más compromiso; pero también exige dedicación y capacidad con conocimientos plenos; menos improvisados y más capacitados.

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