CULTURA: El Mariachi

Sin duda, las celebraciones con motivo de la Revolución Mexicana, no serían las mismas sin el tradicional y muy mexicano Mariachi. Se dice que el término mariachi no tiene un origen en específico pero que viene de Nueva Galicia, donde los indígenas Techaluta nombraron así a una tabla de madera donde bailaban “zapateado”, o bien, podría ser del árbol que provee esa madera. Otros piensan que, viene de la palabra francesa marriage, o matrimonio, que es el término que usaron los franceses para referirse a las nupcias y a la música que se utilizaba en las mismas durante el periodo de la Guerra de los Pasteles.

Los primeros vestigios de esta música empiezan con fusión de instrumentos prehispánicos como caracoles, flautas de barro o huehuetls con cuerdas ibéricas como la guitarra o el violín. Como todos los géneros, sufrió una evolución musical donde se le agregó el guitarrón que sustituiría al laúd y al contrabajo. En el siglo XIX, surgen los grupos de cuerdas, pues su ensamble instrumental estaba compuesto por un guitarrón, dos violines, una vihuela y una chirimía.

Según la tradición oral, en 1896, llegó el mariachi a la Ciudad de México. Posteriormente se le dio la identidad visual al implementar el vestuario de charro en el conjunto musical. Pronto varios lo imitaron hasta convertirse en parte del folclor nacional. En tiempos del Porfiriato, el mariachi se consideró, junto con el tequila, como elementos de la clase baja. Hacia la Revolución Mexicana, el corrido sería el género musical más popular por su constante uso como tradición oral para contar noticias y preservar las historias suscitadas en el conflicto bélico; de paso, también nutriría de nuevos temas líricos al mariachi.

En 1936, Lázaro Cárdenas, invitó al Mariachi Vargas de Tecalitlán a su campaña electoral. Gracias a esto, la imagen pública del género musical fue revalorada y los Vargas se convirtieron en un referente musical para sus colegas y para los fanáticos de la música. Hoy en día, es un género musical muy apreciado.