En junio tocó festejar a los padres aunque sea con menos fuerza, pero también tenemos nuestro día, todos sabemos que hay padres que harían cualquier cosa por tener un hijo feliz, hay tantos niños que desde antes de nacer ya son millonarios y nunca conocen el sufrimiento, pero también hay niños que a los pocos meses de nacidos, como sus padres son de escasos recursos económicos, esos niños sin querer, llegan a este mundo a sufrir; hay muchos padres que por su adicción a las drogas o al vino, dejan su hogar para siempre sin importarles en lo mínimo sus hijos.
Hay quienes dejan a la mujer antes que nazca su hijo, hay muchos matrimonios que se desintegran, porque el padre es alérgico al trabajo, es en esos matrimonios cuando los hijos están llenos de rencor en su contra; pero también hay padres que son muy buenos como personas y como esposos, pero en algunos de estos matrimonios, cuando la esposa piensa que el esposo tiene la obligación de barrer, limpiar la casa, cuidar a los niños, hacer la comida, esos matrimonios a la larga también fracasan.
En la actualidad cuando el matrimonio tiene un hijo que toma o fuma, lo primero que dice la familia, todo eso lo heredó de su padre, pero en muchas ocasiones quiero que sepan que están muy equivocados, para esto quiero ponerles un ejemplo: cuando yo fui joven me gusto tomar licor y a mi padre nunca lo vi tomando, mi padre fumaba mucho yo nunca he fumado, pienso que con esta explicación para mi queda aclarado, que lo que pensamos, a veces es mentira.
Papá en muchas ocasiones cuando era joven, siempre admiré mucho tu manera de ser como persona, y muchas veces pensé que llegaría a ser como tú, qué bueno que no lo hice pues lo único que llegaría a ser sería una copia, pues el original siempre serias tú. Sin embargo si logré en algo ser como tú, a ti te gustó mucho trabajar, pienso que fue lo único que logre imitarte.
Quiero que por medio de estas líneas felicitar a todos y cada uno de los padres que estamos en el planeta tierra.
Que Dios bendiga a todos los padres en unión de toda la familia.
Sinceramente
Rubén Contreras Hernández.
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