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| “Ella juega sola” o “Niña con máscara de la muerte”- Frida Kahlo |
La mayoría de los artistas mexicanos pintan a la muerte con un toque de alegría y festividad; Frida Kahlo es la excepción a esta regla, sus pinturas reflejan su angustia ante la muerte, algo que ella veía muy cerca, debido a la múltiples enfermedades que la aquejaban y a su imposibilidad de ser madre.
Desde Dante hasta Lovecraft, nuestra pasión por las cosas ocultas siempre ha sido un tema recurrente en cualquier expresión artística. A pesar de los esfuerzos del hombre por abarcar todos los campos del conocimiento, existe un misterio que nadie ha podido develar: la muerte. Esta etapa de la vida en la que dejamos atrás nuestro ser corpóreo ha fascinado a miles a lo largo de la historia; todo mundo se pregunta qué hay después de la muerte y sin embargo nadie ha podido descifrarlo.
El hombre niega que la muerte sea el final de todo ha existido. Los antiguos aztecas creían que la muerte era sólo el paso hacia otra dimensión en la que los seres humanos tenían la posibilidad de mantener contacto directo con los dioses; es por eso que esta fase del ciclo vital era tan celebrada por nuestros antepasados. Es por eso que los cráneos, como representación definitiva de la muerte, tenían gran importancia en las sociedades prehispánicas como para ser retratados con los materiales más preciosos que ofrecía cada región.
Todas las culturas alrededor del mundo han tenido su propia visión de la muerte. Muchas de estas ideas además de estar plasmadas en libros y tratados, también se encuentran retratadas en obras de arte cuyos personajes principales son cráneos que nos recuerdan, con una amable sonrisa, la fragilidad de nuestra existencia.
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| Segunda Arteaga #98 |
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