lunes, 6 de enero de 2020

“El Coatepec de mis Recuerdos” Por: Lic. en Historia Ulises García Sánchez 3 de enero: A cien años del terremoto de 1920




3 de enero: A cien años del terremoto de 1920


La noche del 3 de enero de 1920 se vivió unos de los movimientos telúricos más devastadores en la historia regional veracruzana. Alrededor de las 22:25 horas comenzó el terremoto con una magnitud de 6.4 grados Richter, con epicentro en el poblado de Quimixtlán, Puebla.

Afectando a los municipios Ayahualulco, Ixhuacán de los Reyes, Xico, Coatepec y Xalapa; siendo las poblaciones de Cosautlán y Teocelo las más destruidas por el terremoto.

La población de Cosautlán casi desaparece, la parroquia de Nuestra Señora de la Candelaria se derrumbó por completo. Alrededor de la plaza de armas se podía observa las ruinas del palacio municipal, los portales, y de las viviendas. Cosautlán además era un centro comercial para muchos pueblos serranos, ese día era sábado, día de mercado, había muchos vendedores provenientes de la región, los cuales se quedaban en los portales de las casas, para instalarse temprano en la plaza, por desgracia muchos murieron entre los escombros esa noche. Poblaciones que se encontraban en las barrancas, sufrieron y algunas desaparecieron como resultado de las avalanchas de lodo a lo largo del rio Hutzilapan se calcula que perecieron en ellas 419 personas. De acuerdo al periódico El Universal en su nota del 13 de enero de 1920, en la población se desprendía un olor insoportable, pues había muchos cadáveres bajo los escombros.

En la ciudad de Teocelo en la parroquia de la Asunción se destruyó parte de una de sus torres incluso ocasionado la caída de sus campanas, parte de la nave principal y el altar mayor se convirtió en escombros. Casas particulares y el palacio municipal cayeron ante el sismo.

El pueblo de Ayahualulco quedo en ruinas, viviendas tuvieron que ser reforzadas con vigas para evitar el derrumbe de las fachadas, mientras la capilla de San José sufrió severos daños. La población de Ixhuacán de los Reyes, según el testimonio de algunos pobladores, se oía como rodaban las piedras de los cerros, algunas viviendas sufrieron daños como también la iglesia de El Calvario. En Xico afecto al segundo campanario de una de las torres de la iglesia de la Magdalena y la espadaña se destruyó en su totalidad, el primer puente instalado en las cascadas de Texolo sufrió daños en su estructura que quedando inhabilitado.

En la ciudad de Coatepec el terremoto causo cuarteaduras a viviendas, algunas tuvieron que ser derribadas, la parroquia de San Jerónimo tuvo daños, lo que produjo que el cura párroco Luís Gonzaga Mora, solicitara el cambio temporal del curato a la iglesia de Guadalupe en la calle de Aldama, consigo se trasladaron varias imágenes de santos a dicho templo. Al día siguiente del desastre, se realizó la eucaristía en el parque municipal de Coatepec.

En Xalapa, varias casas en las calles de Lerdo, Vicario, Zaragoza entre otras sufrieron daños, fotografías de la calle de Enríquez dan testimonio de la colocación de enormes vigas para sostener de manera preventiva las fachadas de las casonas de arquitectura porfiriana, asimismo la iglesia de los corazones y el palacio de justicia quedaron en ruinas.

Mientras tanto el 4 de enero, en el Puerto de Veracruz llegaba a bordo del vapor “Esperanza” el nuevo obispo de Veracruz, Rafael Guízar y Valencia. Se enteró de lo sucedido en la zona del centro, pidió a la comitiva que había organizado una recepción en su honor, que se realizara una colecta para juntar fondos para ayudar los damnificados. Arribó a Xalapa sin ceremonias protocolarias, tomo posesión presentando la bula a los canónigos, de inmediato se va auxiliar a los habitantes de la región dañada por el terremoto.

El terremoto del 3 de enero de 1920 es considerado el tercer con más víctimas en la historia de México, el número oficial es de 650 fallecidos, aunque el número extra oficial es de más de 2000. Hoy en día la devastación del sismo sigue en la memoria de muchos habitantes de la región, como también las huellas que dejó el santo obispo al auxiliar a sus feligreses. Gracias a las anécdotas de los que vivieron el día en que la tierra tembló, hoy forman parte de El Coatepec de mis Recuerdos.


Correo electrónico: Uki12@live.com.mx


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