lunes, 18 de mayo de 2020

EDITORIAL



La política y los valores éticos y morales son conceptos tan interrelacionados entre sí, que no debería jamás ir separados uno del otro; sin embargo, desde hace muchos años, esto está muy lejano de ser realidad. Nuestros gobernantes tienen el compromiso moral de ser ejemplos a seguir por el pueblo que los eligió. Pero hablar hoy de política es igual a hablar de deshonestidad, injusticia, irresponsabilidad, traición, etc. Si alusión en particular.

La falta de valores reinante en nuestra clase política, es un reflejo de lo que nuestra sociedad está viviendo desde el seno familiar y social; es imposible pensar que en una sociedad donde la deshonestidad, enriquecimiento ilícito, falta de respeto a la autoridad, compra de justicia o de autoridades a través de sobornos o recompensas, vaya a generar buenos resultados para los ciudadanos.

Todos tenemos el potencial de tomar decisiones y acciones que afectarán a otros. La diferencia es que las decisiones de políticos, funcionarios o legisladores, afecta al estado o la nación, es decir a toda la sociedad. En este punto es que los valores morales entran en juego en la política. Desde el momento que un individuo decide dejar de ser un simple y mortal espectador y se involucra activamente en la política, es allí donde la suerte de todo un pueblo o nación puede cambiar para siempre en el futuro. La ética juega un papel muy importante en este contexto. Ya que en muchos pasos se privilegian intereses personales sobre los intereses colectivos.

Todo lo anterior, surge debido a que los legisladores, tanto federales como estatales, han tomado decisiones, con su voto, que favorecen intereses facciosos, sometiéndose al ejecutivo en turno y afectando los intereses colectivos.

En el ámbito nacional, se militariza el país, cuando la promesa de campaña fue a la inversa. Sin embargo, por el fracaso de la estrategia de seguridad, se opta por regresar al ejército a las calles para hacer labores de seguridad pública. El Presidente emite un decreto donde lo convierte en auxiliar de la Guardia Nacional hasta el 2024. Por su parte el Congreso de mayoría Morenista aprueba una serie de reformas que reglamentan la reelección de los legisladores por dos periodos consecutivos. Palo al gran logro de la Revolución.

En lo estatal se vieron peor, al aprobar una reforma legislativa, con votos amañados, fuera de todo contexto y arbitraria, que por un lado les disminuye a la mitad las prerrogativas a los partidos políticos opositores para la próxima campaña; favorece la reelección de alcaldes reduciendo el periodo a 3 años; se eliminan los consejos electorales municipales y se recorta el presupuesto para elecciones. Además, blinda al gobernador de ser sometido a la opinión ciudadana en el tema de revocación de mandato, promovida por el propio presidente de la república.

El vergonzoso servilismo manifiesto por los diputados locales evidencia la falta de ética de esos representantes populares de Morena, y otros que se vendieron, la sumisión al dinero y la irresponsabilidad de velar por los intereses del pueblo, por lo cual juraron al rendir protesta.


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