Historia de la Iglesia de Nuestra Señora de Fátima
Desgraciadamente falleció el fundador, siendo sustituido por el Canónigo José de la Peña y Peña, quién por sus numerosas ocupaciones renunció al cargo. Esto ocasionó el nombramiento del padre Benjamín Ayala como titular de capellanía de Fátima, otorgado por el Sr. Arzobispo Manuel Pío López Estrada, el 1° de octubre de 1956.
Desde el 25 de octubre de 1935 habían comenzado los trabajos de ampliación de la iglesia, mismos que dio impulso el padre Ayala después de su nombramiento, ante la escasa capacidad.
Se convirtió en un gran templo de tres naves y dos torres, con capacidad tres veces mayor que la primitiva construcción, decorada con oro fino de 23 quilates y medio, la decoración estuvo bajo el encargo de Julián Daniel.
Está compuesta con 40 ventanas para iluminación de día y 50 candiles; imágenes talladas en cedro, así mismo un órgano Hamond. Poseía un carrillón de 42 campanas electromagnéticas y un reloj que cada hora entonaba hermosas melodías en honor a la virgen. Concluyendo la obra de ampliación y embellecimiento el 28 de octubre de 1960.
El padre Ayala también edificó un salón de actos, el cual se localiza a un lado del templo, con una capacidad de 500 personas sentadas en la luneta y 150 en la galería. El salón está decorado con oro de la misma calidad.
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