¿QUÉ ES EL PENSAMIENTO LÓGICO?
En la edición pasada de esta columna se hablaba del pensamiento reactivo diciendo que se desarrolla con base en la memoria y la repetición de actos que están encaminados a la supervivencia del individuo; este tipo de pensamiento es, por tanto, el más básico de los que rigen nuestra conducta.
En contraposición a aquel tenemos al pensamiento lógico, que es con frecuencia el que más identificamos como la facultad de “pensar”. El pensamiento lógico se estructura primordialmente en el hemisferio izquierdo del cerebro, el cual rige también la escritura y la habilidad de la mano derecha.
Es de hacer notar que el pensamiento lógico se desarrolla en los individuos a partir de la pubertad, mientras que durante la infancia sólo se comprenden pensamientos concretos. Lo anterior fue determinado por el biólogo Jean Piaget, quien demostró que al presentar la misma cantidad de agua en vasos de distinta forma a niños de alrededor de 4 años, éstos pensaban que en un vaso angosto había más agua que en uno ancho debido a la diferencia del nivel entre ellos; así pues los niños podían comprender el concepto de altura, pero no el de volumen. Estos experimentos lo llevaron a establecer la teoría Psicogenética, que básicamente indica que el pensamiento no nace totalmente desarrollado en el individuo, sino que se va desarrollando de lo más simple a lo más complejo según avanza la edad y con el auxilio de la instrucción.
Algunas de las características del pensamiento lógico son:
Es deductivo, porque puede formular ideas a partir de conocimientos anteriores y predecir algunos resultados.
➢Es analítico porque segmenta toda la información que se posee para llevar a cabo el razonamiento.
➢Es racional y no fantasioso o imaginativo.
➢Es preciso y exacto, busca resolver los problemas en forma objetiva.
➢Es un pensamiento que se desarrolla de forma lineal y metódica, es decir, paso a paso hasta alcanzar una conclusión.
➢El pensamiento lógico funciona como una herramienta que permite dar soluciones a los problemas de la vida diaria siguiendo procedimientos ya establecidos.
El pensamiento lógico es regulado por el intelecto, mientras que el reactivo lo es por la memoria, por lo cual no depende necesariamente de la experiencia sensitiva para proceder; tal es el caso de las operaciones matemáticas, en las cuales se hace referencia a cosas concretas -dinero, objetos, población, etc.- pero los números en sí son únicamente abstracciones, de tal manera que yo puedo sumar millones de pesos sin tener el dinero real en mis manos o estimar cuántos niños nacen cada mes en el planeta sin verlos ni presenciar su alumbramiento.
Uno de los ejemplos más notorios en este campo es el del físico alemán Albert Einstein, quien desarrolló su “Teoría de la Relatividad” - fundamento de la Física contemporánea - relacionando conceptos que los físicos anteriores a él consideraban como realidades totalmente independientes unas de otras: la masa, la energía, la velocidad y el tiempo; y todo a través de la sola deducción matemática.
Para concluir podemos decir que el pensamiento lógico, aunque se usa como los demás tipos en cierto grado a través de la vida cotidiana, es básicamente el fundamento de las ciencias y gracias a este se han conseguido algunos de los más grandes logros de la humanidad.
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