Dos notas ocuparon, esta semana, las principales planas de los medios de comunicación impresos y mucho espacio en los electrónicos. Esos dos temas uno nacional y uno estatal, son trascendentales: uno es la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación 2021 (PEF) por parte de la Cámara de Diputados federal y el otro es el Segundo Informe del gobernador Cuitláhuac García Jiménez.
En el primer tema desde luego que habrá opiniones encontradas y quienes lo aprobaron o respaldan todas las propuestas del Presidente, dirán que es justo, que se trata de acabar con la corrupción, con el desvío de recursos, que se beneficiará a los pobres y que se ajusta a las necesidades del país.
Otras voces denuncian, que se dio prioridad a los programas sociales del presidente López Obrador y sus mega-obras como la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya. Pero para 2021 se recortó 30 mil millones de pesos al rubro de Participaciones a Estados y Municipios, lo que a decir de la oposición afecta obras y seguridad pública en las entidades. Además, contempla recortes al campo y a los organismos autónomos. En el caso del campo, lo aprobado por los diputados deja en 47 mil millones de pesos para el sector, cuando en este 2020 le asignaron 65 mil millones de pesos. A esto se le debe sumar la desaparición de programas como Crédito Ganadero a la Palabra, Fomento Ganadero y Capitalización Productiva Pecuaria. Con este recorte, el próximo año el presupuesto de Veracruz tendrá mil 563 millones de pesos menos. Se confirmó un recorte del 9% para los estados y municipios.
En el otro tema, el referente al Segundo Informe del gobernador de Veracruz, también habrá diferentes puntos de vista. Sin embargo, empañado por los últimos acontecimientos violentos, con reclamos, señalamientos y exigencias de justicia y obras, el evento dejó mucho que desear para la mayoría de los veracruzanos.
García Jiménez, enalteció una baja en la incidencia delictiva, finanzas ordenadas, impulso a la obra pública a pesar de la crisis por Covid y combate a la corrupción, como sus principales logros. El mandatario elogió el recorte de privilegios, la contención del gasto superfluo, acabar con la corrupción y una política de austeridad que ha permitido generar ahorros para invertirlo en carreteras, hospitales y escuelas. Manifestó que su Gobierno logró mejorar la situación financiera de Veracruz, cubriendo los adeudos heredados y cumpliendo paulatinamente con los compromisos, sin incrementar la deuda pública.
La otra versión, la de sus opositores y muchos ciudadanos acuciosos, registra que no se ve un solo resultado que garantice mejorar las condiciones de vida de los veracruzanos. Que el evento estuvo lleno de pretextos para justificar la negligencia de su administración. No se dieron a conocer logros ni obras realmente importantes para los veracruzanos, y por el contrario, sólo se dedicó a culpar administraciones pasadas por sus nulos resultados. Además los hechos de violencia hablan por sí solos. Sin faltar los señalamientos de amenazas contra el Secretario de Gobierno.
La última opinión, en ambos temas, la tiene el lector, o mejor dicho los ciudadanos y veracruzanos, que el año próximo verterán su opinión, y su sentir, en las urnas.
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