lunes, 23 de noviembre de 2020

Teoría sobre las personas que son un obstáculo vial - Por Jesús Ricaño Herrera



Una persona se levanta por la mañana, es tarde, deja su cama sin tender, se viste del modo más informal o deportivo que puede, acude al mercado a hacer compras, se estaciona tapando el paso de los que se estacionaron bien, cree que bastará con poner las intermitentes, perezosamente visita las alacenas y adquiere sus productos, no siente prisa por haberse estacionado de modo desordenado, los que dejó bloqueados deberán esperar a que termine.


Cuando llega a su auto dos desesperados conductores lo miran con enfado, uno de ellos se refiere a él como un desconsiderado con palabras altisonantes, trata de disculparse de mala gana mientras piensa que no hizo mal, se justifica con la idea de todos hacen lo mismo y que de ser necesario lo hará de nuevo.


Estas mismas personas que se vuelven un obstáculo en la vía pública cuando son sancionados sienten que se les trata de manera injusta y creen que cuando la autoridad echa mano del servicio de grúas hay un contubernio para hacerse de beneficios, cuando la realidad es que ese negocio es legal y se alimenta de la necedad humana.


Ahora, qué hace, qué obliga a una persona a convertirse en un obstáculo vial, bien para responder a eso echaré mano a varios trabajos que tratan sobre la conducta humana, en uno de ellos se establece que un ser humano sin disciplina es una persona que habita un mundo donde las reglas son un estorbo, el caos gobierna y el estado de emergencia es el modo de vida.


En otro tratado se pretende explicar que las personas obedecen a sus necesidades, que es el egoísmo lo que nos impulsa a comportarnos con agresivas maneras contra los demás en el mundo, y tiene sentido, muchas de las conductas viales que vemos están justificadas bajo ese esquema, “Primero yo, después yo y al final yo” 


Tenemos dos posibles respuestas para la pregunta hasta ahora, creo que ambas pueden coexistir en una sola persona, comulgan y se concilian, pues el egoísmo y el desorden pudieran ir de la mano. Los usuarios de la vía pública se mueven por el entorno vial sin seguir las reglas, sólo les interesa pasar primero, incluso a costa de pasar por encima de los derechos de los demás, es aquí cuando ser un obstáculo vial se vuelve un problema, pues usar la vía pública es un derecho y cuando le estorbamos el paso a alguien necesariamente le estamos coartando el derecho a circular libremente, es decir, violamos un derecho humano.


Todos somos modelos a seguir para los menores, cuando ellos nos observan actuar necesariamente les estamos enseñando como se resuelven los problemas y como se actúa ante ciertas circunstancias, los seres que son obstáculos viales hoy aprendieron ayer a serlo, a creer que tienen derechos por encima de todos y a sentir el veneno de la prisa. 


Se viene el nuevo año, época de hacer propósitos, que tal si se propone dejar de ser un obstáculo en la vía pública, sea un buen ejemplo. Tome sus precauciones y no se distraiga, le agradezco el favor de su tiempo al leernos, tenga buen día y buen trayecto. Comentarios a: jojerihmx@gmail.com



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